«Es terrible tener que morir en la calle, pero por desgracia ha habido casos»

Alfonso Andrade Lago
Alfonso Andrade A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA CIUDAD

MARCOS MÍGUEZ

10 nov 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Chocolate, sopa caliente, mantas... Con estos ingredientes emprenden cada viernes su ruta por las calles coruñesas los integrantes de la asociación filantrópica Boanoite, para ayudar a las personas que duermen en la calle. «Los que quedan son los casos más duros», afirma Sara Alvar Pariente, presidenta de la entidad.

-¿Cuál es el perfil de la persona que está durmiendo hoy en día en las calles de A Coruña?

-Varón, de unos 50 años y al que se le acumulan varios problemas. Pierde el trabajo, empieza a beber, a robar para conseguir dinero, pierde también el apoyo de su familia... Los que quedan ahora, que oscilan entre unos 15 y 25 por día, son los casos más duros, los que han perdido varios puntos de apoyo en sus vidas.

-¿Son más o menos que antes?

-Había más cuando empezamos en el 2010, en lo peor de la crisis. Además, ahora tienen más opciones para salir de la calle; hay más asociaciones y sitios en los que cobijarse.

-¿Consiguen reconducirlos hacia un albergue o un piso?

-A veces, pero no es fácil, sobre todo con los que quedan, no puedes obligarles... Les llevamos comida caliente y mantas, pero, en realidad, lo más importante es hablar con ellos, estar ahí, sustituir apoyos perdidos, ganarse su confianza y, solo entonces, tratar de convencerlos de que vayan a otro sitio. Algunos salen adelante, sobre todo si cobran la risga, que les da para pagar una habitación compartida; otros vuelven de nuevo a la calle. Al final todo depende de la voluntad de las personas. Y te llevas grandes sorpresas.

-Habrá conocido casos muy duros, incluso con desenlace fatal.

-Es terrible tener que morir así, pero por desgracia ha habido varios casos. No sabría decir exactamente cuántos, pero recuerdo al menos cinco o seis. Por sobredosis, cáncer, un golpe en la cabeza... La mayoría, en el hospital; alguno, en la calle.