Condenan a la madre y la abuela de una niña del Anxo da Garda por amenazar al jefe de estudios

Ocho meses después del altercado que llegó a requerir la presencia de la policía en un centro de educación infantil y primaria, la jueza dictó sentencia condenando a la madre y la abuela que aquel día irrumpieron en el colegio con una violencia desmedida. Deberán pagar 360 y 240 euros de multa, respectivamente, a razón de cuatro euros diarios, como autoras de un delito leve de amenazas.

Los hechos ocurrieron el 14 de marzo pasado en el colegio Anxo da Garda, en el barrio de Os Castros. Sobre la una y media del mediodía, las dos mujeres aparecieron en el colegio «coa pretensión de interromper as tarefas docentes dun mestre para falar con el», de acuerdo con la carta que la dirección envió a las familias. En la puerta se encontraba el conserje, que evitó que accediesen al aula. Pero tan pronto como el profesor apareció por el vestíbulo las mujeres le salieron al paso, gritándole y amenazándolo supuestamente por haber agredido a una alumna.

Ante el cariz que tomaban los hechos, trabajadores del centro alertaron al jefe de estudios, que nada más llegar recibe «as mesmas ameazas de morte, xunto con reiteradas faltas de respecto e berros que se podían oír desde as aulas». El hombre les pide que abandonen el colegio y la madre de la pequeña responde: «Te mato a ti también, quién eres tú, me iré cuando me dé la gana, te vamos a denunciar». La abuela asiente y agrega: «Tú aquí no mandas nada, solo en tu casa».

«Me acordaré de tu cara»

La jueza considera probados los hechos por las declaraciones de los testigos, que coinciden en que «la voz cantante la llevaba la hija y amenazaba al jefe de estudios con llevarlo a un descampado, ponerle una bomba y matarlo». En el juicio, al preguntarle a la mujer si era cierto, declaró que se puso nerviosa y les gritó, pero que solo dijo: «Acuérdate de la cara de mi hija que yo me voy a acordar de la tuya». La madre, sin llegar a negar lo ocurrido, afirmó: «Les gritamos, como ellos a nosotros».

La jueza tiene en cuenta que los hechos ocurrieron en un centro educativo, «con una clara perturbación del orden», y también la situación de la madre de la alumna, que aseguró que solo gana 150 euros, está separada, con dos hijos y vive con su madre, que a su vez percibe 360 euros al mes nada más.

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