Antonio Busto: «Hay que ir más allá del mostrador y que el paciente sea el protagonista»

Ana Lorenzo Fernández
ana lorenzo RIBEIRA / LA VOZ

A CORUÑA CIUDAD

MARCOS CREO

Acaba de integrarse en la junta directiva del Colegio Oficial de Farmacéuticos, que busca ayudar a las oficinas rurales

22 abr 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

«Uno de sus recuerdos de infancia es estar con mi triciclo entre las estanterías de la farmacia de mi abuelo. Era el único de los primos que me quería quedar allí a jugar», confiesa Antonio Busto (Pontevedra, 1977), que forma parte de la octava generación de una saga de boticarios noieses. Ahora ha dado un paso más y acaba de entrar en la junta directiva del Colegio Oficial de Farmacéuticos de A Coruña. Cree que hay mucho trabajo por hacer para mejorar la situación del colectivo, pero se siente con fuerzas para sacar adelante su programa.

-¿Cómo decidió entrar a formar parte de la nueva directiva?

-Yo no me lo había planteado, pero me vino a buscar Héctor Castro (presidente del colegio de farmacéuticos coruñeses). Yo estudié con él en la universidad y supongo que pensó en mí porque, de alguna forma, vio que podía valer para ayudarle en algo. La verdad es que me pilló por sorpresa y fue todo muy rápido.

-Y, ¿por qué decidió sumarse a este proyecto?

-Tuve que pensarlo un poquito porque a mí no me gusta incorporarme a cosas en las que no puedo aportar ni ser responsable. Si voy, quiero ir a saco, como decía un profesor mío. Le tuve que dar vueltas porque estoy superado por muchas cosas, pero luego me dije: si hay que cambiar algo y mejorar las cosas, hay que hacerlo desde dentro, y no lo voy a hacer con 50 años.

-¿Qué líneas maestras se marca la nueva junta?

-Todavía acabamos de llegar y aunque sé lo que estaba haciendo la anterior junta -que también presidía Héctor-, solo hemos podido reunirnos en dos ocasiones. En estos años se ha hecho un esfuerzo enorme y se quiere seguir en la misma línea.

-¿Cómo está la situación de las farmacias en la comarca?

-Fueron tiempos muy complicados y sé bien de lo que hablo. Yo cogí la farmacia como titular único en el año 2008 por compra directa a mi abuelo, aunque llevaba desde el 2001 trabajando con él como cotitular. Justo adquirí la farmacia y me estalló la bomba de la crisis en las manos. No había ni un solo comentario, solo alguno de Zapatero diciendo que no iba a pasar nada, y de repente, saltó todo por el aire.

-¿Cómo hizo frente a todo este período?

-Fue muy difícil, hubo que reestructurar todo, pensar en las opciones y caminos a tomar para intentar sacar la farmacia adelante, teniendo en cuenta que no estaba reformada y tenía unos hándicaps muy grandes. Además, se venían haciendo las cosas de una forma, no digo que mal, porque en una farmacia que tiene 250 años de historia no se hacen las cosas mal, pero eran otras formas. Hubo que buscar e incidir en servicios nuevos, en un trato con el cliente mucho más directo y cercano, participar en actividades de promoción de la salud y arrimar el hombro en todo.

-Finalmente pudo salir adelante, pero hubo otras farmacias que se quedaron por el camino.

-Sí. Precisamente para evitar esto se está trabajando mucho desde el colegio. Esta es una de las líneas maestras con la que quiere seguir Héctor, continuando lo que ya se venía haciendo en el anterior mandato, porque hubo farmacias rurales que sufrimos mucho con la crisis. En esos sitios que están más despoblados, hay que poner en marcha proyectos para apoyarlas. Más allá de la junta directiva, lo más importante son los colegiados y hay que pelear por ellos.

-¿Qué cambios propone?

-Después de un período tan convulso como el de la crisis hubo que volver a posicionarse para encarar la nueva situación, porque el futuro pasa por el carácter multiasistencial de los farmacéuticos, ofrecer más servicios al cliente. Hay que ir más allá del mostrador y que el paciente sea el protagonista.