Atraco en la cervecería Estrella Galicia: «Le golpearon la cabeza con la culata»

f. molezún / m.méndez / t. rivas A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA CIUDAD

Testigos del robo al encargado aseguran que los asaltantes llevaban una pistola

18 dic 2018 . Actualizado a las 10:16 h.

«Sabían a lo que iban». Esta es una de las frases que más se repitieron ayer en la cervecería Estrella Galicia en Cuatro Caminos. Clientes, vecinos y también curiosos no hablaban de otra cosa. Un botín que puede rondar los 40.000 euros, según los testigos -toda la recaudación del fin de semana del puente de diciembre-, en un atraco a mano armada, a plena luz del día y a cara descubierta.

Pasaban pocos minutos de las once, hora de apertura de la cervecería, cuando el encargado salió del portal contiguo -donde tiene sus oficinas Giste Cervecera- para ingresar el dinero en el banco. «Una moto estuvo aparcada justo enfrente desde las diez de la mañana. Me llamó la atención porque la Yamaha no tenía matrícula. Había un hombre montado y otros dos rondado por la calle. Cuando salió el encargado de la Estrella aparecieron de pronto y lo abordaron. Le golpearon en la cabeza y le arrancaron la saca. El que estaba en la moto la encendió, se acercó, se montaron y marcharon los tres. El encargado gritó que los pararan, que le habían robado, pero la gente, al ver el arma..., se asustó», precisa Pablo.

Susto en la calle

Puede describir bien la escena porque este comercial de un psicotécnico de la calle Concepción Arenal estaba fuera de la oficina repartiendo información. «Creo que le dieron con la culata tras un forcejeo. Estaba sangrando», añadió en una entrevista concedida a Radio Voz a los pocos minutos de producirse el atraco.

Su versión coincide con la de otros testigos, como la dependienta que despacha en el puesto de la panadería Sanbrandan, todavía impactada, o la propietaria de Muebles Benigno, donde estaba aparcada la moto. El trabajador fue trasladado en ambulancia a un centro de salud por la contusión. «Estamos todos como un flan, muy nerviosos. ¡Cómo vamos a estar! Que yo recuerde, nunca nos había pasado algo así», comentó apurado desde la barra José, otro de los encargados de la popular cervecería. Ayer no le tocaba trabajar pero tuvo que ir para sustituir a su compañero.

El trajín no se detuvo en el bar, uno de los más concurridos de la zona. Mientras, en la calle, agentes del cuerpo de la Científica, de la Policía Nacional, buscaron durante la mañana huellas que lleven hasta los asaltantes. «Os cartos leváronos pero non foron moi listos. Coas cámaras que hai hoxe pola rúa, ían coa cara sen tapar. A estes píllanos rápido», opinaba Alfredo, un cliente habitual. La Estrella está pegada a la Jefatura Provincial de Tráfico. «O pobre Paco levou un bo golpe», añadía Benigno, que conoce al encargado agredido.

Mañana de especulaciones

En la calle, y en las mesas de la cervecería, todos se preguntaban cómo pudo pasar algo así. «A mí ya nada me extraña. Puede pasar tanto en A Coruña como en Carballo», contaba Fernando, un cliente. «Les es más fácil dar un palo aquí que en un banco. En una sucursal igual solo sacan en efectivo 6.000 euros. Aquí, con la cantidad de gente que viene cada día, se llevan más y sin tanta vigilancia», aseguraba Manolo mientras apuraba una caña. Unos testigos mantienen que los asaltantes tenían acento sudamericano. Otros, que eran «rumanos». Desde la Policía Nacional prefieren no avanzar información sobre la investigación. «O estaban muy bien preparados y llevaban tiempo vigilando o tuvieron que recibir un soplo de dentro», deslizó uno de los clientes. «Esto es muy fácil. Basta con estar pendiente de sus rutinas», le quita hierro otro comensal. 

Otros casos este año

No es el primer atraco que se produce este año de día y con un arma de fuego. En junio, un hombre irrumpió en la sucursal que la Caixa Rural Galega tiene en la calle Francisco Mariño, junto a la plaza de Lugo. El atracador, que llevaba puestas gafas de sol, huyó a pie. En septiembre, fue una sucursal de Abanca en la calle Copérnico, en A Grela, la que sufrió otro robo. Sucedió también al mediodía. El asaltante llevaba un arma que no se pudo determinar si era real o falsa.