Un restaurador: «En la zona del Orzán todavía hay margen para más negocios»

A CORUÑA CIUDAD

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ANGEL MANSO

El hostelero Jorge Quindimil asegura que en «en la zona del Orzán todavía hay margen para más negocios»

24 abr 2019 . Actualizado a las 21:07 h.

Su local es una de las aperturas que suma la ciudad este año. The Wolf va por los nueve meses de vida. Jorge Quindimil, un profesor de la UDC que no encontraba en la ciudad un espacio en el que degustar los mejores caldos sin tener que «dejarse un dineral en un plato», apuesta por este restaurante especializado en vinos.

-¿Acusa la ciudad un exceso de oferta?

-No lo veo así, de hecho, en mi zona, en el Orzán, hay todavía margen para que abran más locales. Lo que sí percibo es que hay determinadas áreas hiperdimensionadas. Por ejemplo, en el entorno de María Pita. Tienen mucha rotación de locales.

-¿Y duplicidad de propuestas?

-En mi caso, no. Me decidí a emprender con este negocio porque no encontraba un espacio así en A Coruña. Si querías probar un buen vino, tenías que ir a un restaurante muy caro. Es cierto que el público es más exigente, puedes pasar de moda enseguida.

-¿La transformación de la hostelería ha venido para quedarse?

-Se está produciendo un cambio de ciclo. En A Coruña, a la hora de cenar o ir a tomar algo, éramos muy de sota, caballo y rey. Hemos dado un salto de calidad y la oferta se ha diversificado. Un efecto que comenzó en el centro y ahora también se está extendiendo a los barrios.

-¿Qué es lo más difícil de la profesión?

-Me he encontrado un enemigo en la Administración. En el concello, en la Xunta y en la Seguridad Social. Deberían estar al servicio del emprendedor y no al revés. Se nos exige pagar las nóminas, los impuestos, todo, desde el minuto uno como si lleváramos años abiertos y, por encima, te ponen continuas trabas. Estoy generando cinco puestos de trabajo. Además, la hostelería puede revivir zonas deprimidas, como ocurre en el Orzán.

-Con la burocracia hemos topado...

-Para cambiar un cristal tuve que acudir a tres ventanillas diferentes. Por un extintor, que se solucionó comprándolo, casi me cierran el local cuando abrí.

En la zona del Orzán todavía hay margen para más negocios