El botellón halla zonas alternativas en su expansión por la ciudad

Emiliano Mouzo A CORUÑA

A CORUÑA CIUDAD

Como alternativa a los jardines de Méndez Núñez, los botellones se están haciendo en el polígono de Vío, algo que el 092 intenta evitar cerrando el viaducto al tráfico
Como alternativa a los jardines de Méndez Núñez, los botellones se están haciendo en el polígono de Vío, algo que el 092 intenta evitar cerrando el viaducto al tráfico EMILIANO MOUZO

Vecinos de la calle Vista, uno de los nuevos focos, presentarán firmas en María Pita

08 abr 2019 . Actualizado a las 14:48 h.

El área del entorno del Millenium, las arcadas del Playa Club, la plaza de Portugal, los accesos a la playa del Matadero, la plaza del Humor y por último, los jardines de Méndez Núñez. Así fue evolucionando y se fueron desplazando las quedadas en A Coruña para realizar el botellón.

Las quejas vecinales, el trabajo y la presión posterior de la Policía Local y de los agentes del 091 hicieron posible que la práctica de beber en la calle durante las noches y las madrugadas, hacer ruido y deteriorar el espacio público y el mobiliario urbano fuese decayendo e, incluso, desapareciendo de algunos de estas zonas.

La grave excepción son los jardines de Méndez Núñez, tanto en la zona verde como en el área del palco de la música, que acoge la mayoría de los fines de semana el botellón. Esta céntrica y privilegiada zona coruñesa se resiente. «Los árboles sufren el vandalismo de los jóvenes, se dañan los monumentos y lo convierten el lugar en un urinario público».

Y ahora, los jóvenes buscan alternativas. Quizás el punto elegido más conflictivo esté en la plaza y la calle Vista. Hay noches que se concentran «hasta 400 personas», indicó Consuelo, una vecina. Recuerda esta mujer y otros residentes que además de no poder descansar, de ser insultados e incluso agredidos, como le pasó a un vecino recientemente, «el Ayuntamiento permita estos multitudinarios desmanes en una zona encuadrada dentro del Plan Especial de Protección y Reforma Interior (Pepri).

Una de las vecinas de la plaza Vista, «cansada de no poder entrar en el de su casa portal con seguridad, de pasar noches en vela y de la desidia de las autoridades», decidió tomar riendas en el asunto, y está «recogiendo firmas para presentar en el Ayuntamiento». Además, el botellón atrae a gente que no solo quiere beber: «Ven los edificios en ruinas y los okupan, como ocurre en el 122 de la calle Orzán», subrayó.

El problema de Vío y el de esqueletos de edificios en el Martinete y Los Rosales 

Calle y plaza Vista son la alternativa a Méndez Núñez más utilizada por los botelloneros. Pero también eligen otras opciones, como el polígono de Vío o los esqueletos de algunos edificios, como en el centro del Martinete, o en Los Rosales.

Vecinos de Novo Mesoiro y de la urbanización Breogán, en Feáns, tiemblan cada vez que se acerca el fin de semana. Hoy hizo ocho días que sufrieron en sus oídos «el ruido estremecedor y machacante de una discoteca al aire libre». Llamaron al 092, que disolvió la concentración.

Alternativas peligrosas

La estructura de un edificio abandonado en la calle Luis Peña Novo, en el Martinete, sirve para hacer quedadas a jóvenes que además de beber, realizan peligrosas piruetas dentro del inmueble con el riesgo de sufrir un accidente. El Ayuntamiento dijo el jueves que tramitó el expediente de caducidad de la licencia de construcción, pero a los vecinos eso no les vale, «queremos que lo tapien o que lo derriben».

Los botelloneros también se concentran en un edificio en obras en los Rosales. «Cualquier día va a haber una desgracia», señaló Jesús Sánchez, un vecino.

En general, la lluvia y el frío que hizo este fin de semana libró a los vecinos del botellón que sí hubo la semana pasada. Esto evitó que los comerciantes y hosteleros de los puntos críticos tuviesen que limpiar ellos mismos las puertas de sus negocios.

El Ayuntamiento puso en marcha en el mes de noviembre un programa para combatir el botellón en el que llegaron a ofrecer información a 237 jóvenes.