Una trabajadora del polígono de A Grela: «Sufro coacciones por aparcar aquí mi coche»

Mila Méndez Otero
m. méndez A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA CIUDAD

a grela
MARCOS MÍGUEZ

Los empleados del parque denuncian amenazas en la «selva» del área empresarial

24 abr 2019 . Actualizado a las 10:20 h.

Ir a trabajar puede ser a veces un suplicio. Para Mónica Fernández Liñares lo es, pero no por sus quehaceres laborales. «Tardo más de media hora en aparcar y, cuando por fin lo consigo, me expongo a que me rayen el coche o me bloqueen la salida. Hay días en los que tengo que suplicar para que me dejen salir para ir a buscar a mis hijos al colegio», cuenta. Trabaja en una empresa de la calle Gutenberg, en el polígono de A Grela. En mayo del 2018 fue a juicio por las «coacciones y amenazas» que recibió por otro trabajador de un bajo situado en esa misma avenida. «Era un acoso continuo. Me decía que la plaza era suya. Llamé a la Policía Local de A Coruña y me dio la razón. No tiene ningún vado y la grúa no inmovilizó mi coche», alega Mónica. La situación no ha mejorado desde entonces.

Que encontrar plaza es una odisea en el parque empresarial creado en 1968, el más antiguo de Galicia y también el más grande en número de empresas, más de 550, no es una novedad. No hay superficie para tanto coche. El conflicto que trae de cabeza a muchos trabajadores es con los propietarios y empleados de algunos bajos. Alegan que el espacio situado delante de los locales es suyo.

Me expongo a que me rayen el coche. En el 2018 fui a juicio. Era un acoso continuo

grela
MARCOS MÍGUEZ

El caso de los retranqueos

«Nos dicen que el espacio es suyo por un pacto verbal realizado cuando se creó el polígono. Funciona todo como una cacicada», sostiene Mari Carmen, otra trabajadora de la calle Gutenberg. Ella ya ha desistido. Va en bus o andando. «Me lleva su tiempo, porque la parada del 11 está también lejos, pero es imposible aparcar», dice Mari Carmen.

Aunque no hay vados marcados, como indican, desde la Asociación de Empresarios del Polígono de A Grela apuntan que sí se trata de un espacio privado. «Hay un margen de cinco metros delante de las fachadas que no es público, sino del local. Así consta en el plan general», aclara Teresa Firvida, la gerente del colectivo de empresarios del parque.

«Se conoce como los retranqueos. Donde no se cerró este espacio es donde está habiendo más problemas, pero los dueños están en su derecho», mantiene Firvida. «Somos conscientes de que hay un problema grave de aparcamiento. Nos preocupa la movilidad. Pedimos soluciones desde hace mucho tiempo. Hay tramos con huecos donde se pueden crear algunas plazas pero también demandamos más líneas de autobús urbano, para lo que es necesario hacer glorietas que mejoren las intersecciones en puntos como la avenida Finisterre. Además -enumera la gerente- hay que estudiar la posibilidad de ampliar las aceras y los senderos para los que vienen caminando o en bici». «Con muchos empleados que residen en otros concellos, los coches no pueden desaparecer», resuelve Firvida.

Hay un margen de cinco metros delante de las fachadas que es privado

grela
MARCOS MÍGUEZ

El miedo a las represalias cuando aparca, unido a la ansiedad por encontrar un sitio, acongoja a Mónica y a cientos de trabajadores de A Grela. «No es legal lo que están haciendo algunos locales», insiste. Es la «selva», define Mari Carmen. «Aparco en huecos que, en realidad, no son un plaza», confiesa Marta Pérez, empleada en una nave de la calle Gambrinus.