¡Te como la cara a mordiscos!

Por Pablo Portabales YES

A CORUÑA CIUDAD

Esteban Suárez

15 feb 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

La iniciativa surge en Galicia. «Es un proyecto nuevo y pensamos que no hay nada parecido en el mundo», destaca Ignacio Álvarez-Cervela Souto, de 25 años. Hace dos meses puso en marcha la empresa Kukytas, aunque ya llevaba más tiempo dándole vueltas al asunto. Venden galletas personalizadas en las que se puede imprimir la cara de quien desees, bien sea un amigo, familiar o pareja, o la de algún personaje famoso. En la imagen aparece Ignacio con su socia, Paloma Gándara, de 31 años, con el resultado de reproducir sus rostros en el dulce formato. La verdad es que es para quedarse con la boca abierta. «Las hacemos en un obrador que está situado en la Ronda de Outeiro de A Coruña. Recibimos la foto del interesado vía WhatsApp o mail. Lo ideal es que tenga la mejor resolución posible y, si nos envía varias, el equipo de diseño elige la mejor. Con un programa específico la tratamos. Luego intervienen impresoras de última generación y, lo más importante, el trabajo manual. Retocamos la imagen para resaltar algunos aspectos. Esta parte es la que nos lleva más tiempo, pero es la que marca la diferencia», explica Ignacio.

La galleta la envían en una caja que también se puede personalizar con algún mensaje específico para la persona que la recibe. «Trabajamos en tres líneas: diseño, packaging y comunicación, y enfocamos el producto a regalo», apunta. La galleta lleva harina de trigo, mantequilla, azúcar, huevo, limón, aroma de vainilla, agua y una pizca de sal. Su sabor recuerda un poco al de las clásicas pastas danesas. «Utilizamos algún colorante natural para la imagen, pero no conservantes ni aditivos», asegura. Hace unos días recibí por sorpresa una Kukyta con mi imagen y decidí compartirlo con los compañeros y compañeras de la redacción. Aquí descubrí otro aspecto curioso del proyecto, que da para reírse un rato. «Te como la cara a mordiscos», dice la primera valiente mientras me arranca un trozo de oreja. «Estás buenísimo», exclama otra (evidentemente en referencia al sabor). «Te como un poco más», afirma uno que repite. «Estamos empezando y no llevamos demasiados pedidos, pero vamos mejor de lo esperado», explican sus promotores. La venden a 19,90 euros y la envían de manera gratuita. ¿Les parece cara la cara? Original es, sin duda.

EL TORREÓN DE LOS ANDRADE

Pasé cantidad de veces por el Torreón de los Andrade que preside la localidad de Pontedeume. Por dos euros la entrada de los adultos y uno la de niños tampoco hay que esperarse el Louvre, pero merece la pena. Con escasos medios y mucha voluntad, son capaces de hacerte viajar en el tiempo gracias al árbol genealógico de los Andrade y diferentes objetos que presentan en los tres pisos del rehabilitado torreón. Desde la terraza, con una parte en obras, se divisan las Fragas do Eume y algunas de las muchas aberraciones urbanísticas perpetradas en las últimas décadas. Para reponer fuerzas escogí la taberna Zas, en la que sigue habiendo muchos clientes que toman el vino en taza. Sirvieron de tapa unas parrochitas fritas realmente deliciosas. Imponentes, como el torreón de los Andrade.