Patrimonio da su autorización a Repsol para construir el futuro poliducto del puerto exterior de A Coruña

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El hallazgo está situado en una zona alta de Nostián
El hallazgo está situado en una zona alta de Nostián Elena Silveira

Al finalizar las obras se llevará a cabo una puesta en valor de los petroglifos de Nostián mediante señalización e incorporación de paneles informativos

14 sep 2020 . Actualizado a las 13:09 h.

La Dirección Xeral de Patrimonio Cultural aprobó el proyecto de extracción, traslado y reubicación de los petroglifos de Nostián, que la refinería de Repsol en A Coruña encargó a un grupo de expertos y que presentó el pasado mes de julio ante la Xunta. El objetivo es, apuntan desde la empresa, «la protección del conjunto antrópico y natural hallado en una finca de la traza del futuro poliducto al puerto exterior».

Después de que la compañía presentara tres estudios arqueológicos y uno geológico, realizados por diferentes expertos en la materia, Patrimonio emitió una resolución a finales de diciembre del pasado año, en la que se determinaba que el afloramiento tiene dos grabados lineales con círculos concéntricos entre 30 y 40 centímetros, de indudable origen antrópico, que solo son perceptibles con luz rasante. A estos grabados está asociado un conjunto de cazoletas de origen natural.

Tal y como también indicó la resolución, Repsol realizó en enero una campaña de limpieza y exploración perimetral, incluyendo el estudio con fotografía nocturna, luz rasante y fotogramétrico. La firma indica que «no se halló ningún otro motivo y se documentó toda la campaña en un informe entregado en febrero».

No obstante, el proyecto de conservación contempla una puesta en valor del conjunto tanto antrópico como natural, y la compañía ha buscado «la mejor solución técnica que permite mantener la integridad del afloramiento en su emplazamiento original». De este modo, las dos representaciones de motivos circulares en la parte alta son los únicos elementos que se retirarán durante la ejecución de las obras, para restablecerlos a su localización original tras finalizar los trabajos de contrucción del poliducto. El área de las cazoletas no se verá afectada.

Siete fases del proyecto de conservación

El proyecto se ha organizado como una intervención interdisciplinar donde participará un equipo técnico de arqueólogos, restauradores y canteros. La actuación se estructura en siete fases, de las que la primera ya ha concluido al consistir en la documentación y registro del afloramiento, entregando a la Xunta los diferentes estudios y la excavación arqueológica perimetral.

La segunda fase, ya diseñada, es la adecuación del trazado proyectado. Dentro del trazado técnicamente inalterable se ha modificado la configuración del espacio de las tuberías en esa zona para salvar la totalidad del conjunto de cazoletas. La protección de estos motivos es la tercera etapa, que se llevará a cabo mediante la instalación de geotextil y capa de áridos en el lugar de afección.

El cuarto paso se corresponde con la extracción de los dos grabados circulares, los únicos motivos que se verán afectados por las obras. El vaciado de la zanja para la traza será la quinta parte del proyecto, y se realizará utilizando un novedoso sistema mediante perforaciones, cemento expansivo y corte de diamante que permitirá extraer la piedra libre de motivos sin emplear métodos agresivos como martillo picador o explosivos.

Una vez finalizado el montaje de las tuberías, y repuesta la configuración original del terreno, se realizará el replanteo topográfico para la reubicación final de los dos motivos circulares extraídos, de cara a respetar la ubicación espacial, cota y orientación originales de los mismos. Por último, se repondrá la capa vegetal para devolver al conjunto el aspecto que presentaba antes del inicio de los trabajos. También se llevará a cabo una puesta en valor mediante señalización e incorporación de paneles informativos.