Profesores de la Escuela de Arquitectura de A Coruña que fueron alumnos de Juan Pérez Valcárcel acudieron a la última clase de este veterano catedrático que este miércoles se jubiló y le entregaron un obsequio con la palabra «maestro» escrita en grande
13 may 2021 . Actualizado a las 08:30 h.El nombre de Juan Pérez Valcárcel es sinónimo de maestro. De esos profesores que se jubilan pero cuyo legado permanece. Por eso, este miércoles, algunos de sus exalumnos, que ahora son docentes, quisieron estar en su última clase y entregarle un recuerdo con la palabra «maestro» bien grande. Natural de Monforte, impartió su primera lección en Arquitectura en 1977, tras haber terminado la carrera en Sevilla. Catedrático desde 1990, fue director de la escuela de la que ayer se despidió, coordinador del programa de doctorado, director del departamento de Tecnología de la Construcción, especialista en el campo de las estructuras ligeras de cubierta, estructuras plegables y patología estructural... Su currículo es tan extenso como la lista de personas que formó. Muy emocionado, ni siquiera pudo pronunciar su mítica frase: «No hay nada que no arregle un buen suspenso». Por cierto, al final aprobaban siempre todos.