Aquí iban a instalar la fachada de Monfero

Elena Silveira
Elena Silveira A CORUÑA

A CORUÑA CIUDAD

ANGEL MANSO

En los años 50 se planteó trasladar la iglesia del monasterio a Cuatro Caminos

04 jul 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

La iglesia de San Pedro de Mezonzo estuvo a punto de tener un aspecto completamente diferente al actual. De hecho, en los años 50 del siglo pasado, en pleno régimen franquista, se propuso trasladar la iglesia del monasterio de Santa María de Monfero, cuyos orígenes se remontan al siglo X, al nuevo templo proyectado en la zona de Cuatro Caminos. Debido a las dificultades y al elevado coste de las obras del desmonte de la fachada, así como la oposición que ejerció la población y determinados sectores culturales y sociales, en 1959 se desestimó la idea y se optó por levantar una nueva iglesia de carácter monumental, «que fuera todo un emblema del franquismo y acorde con la ideología del nacional-catolicismo», según recuerda Carlos García Cortés, sacerdote y autor del libro Templos Coruñeses (Xerión).

Carla Fernández Martínez, doctora en Historia del Arte explica en el estudio Mudarse o desaparecer. Las propuestas de traslado de las iglesias de Santa María de Monfero y Santa María de Monterramo en Galicia, recuerda que ambos cenobios se encontraban en muy mal estado de conservación, debido a intervenciones poco respetuosas con sus valores históricos y a un abandono prolongado que se remontaba a los años de las desamortizaciones decimonónicas. «Siguiendo el modelo utilizado en otros monumentos nacionales, se propuso trasladar a la ciudad de A Coruña la fachada» de la iglesia de Monfero, argumentando que el desmonte y la reubicación garantizaría su salvaguardia, «al mismo tiempo que contribuiría al embellecimiento de las urbes». Coincide con Carlos García Cortés al explicar que durante la dictadura había una necesidad de propaganda del régimen y el deseo de configurar «un escenario monumental». En este sentido, recuerda que A Coruña y Vigo eran las poblaciones con mayor nivel de industrialización, «aunque adolecían de elementos históricos representativos».

ALBERTO MARTI VILLARDEFRANCOS

Traslado para evitar la ruina

El monasterio de Monfero por aquel entonces era una verdadera ruina. En 1805 un rayo ocasionó numerosos daños y en la década de los años 20 los monjes fueron obligados a despoblar la abadía. Y, aunque poco después regresaron, la Desamortización de Mendizábal dejó el monasterio nuevamente abandonado. Aunque en 1931 fue declarado Monumento, el abandono siguió. Fue a finales de esa década cuando el párroco José Toubes creó una comisión de vecinos para promover la creación de un nuevo templo en la zona de Cuatro Caminos y la recogida de donativos. El proyecto inicial, encargado al arquitecto José Tenreiro, fue desechada. Y en 1951, el Servicio de Defensa del Patrimonio Artístico Nacional propuso trasladar la iglesia monacal para convertirla en basílica de San Pedro de Mezonzo. Ilustres personajes como Isaac Díaz Pardo, Otero Pedrayo, Luis Seoane o Ángel del Castillo, además de los vecinos de Sobrado, rechazaron la propuesta y, finalmente, en 1959 se desestimó la idea a raíz de esa oposición, pero también por las dificultades y al elevado coste de las obras, según confirma Carla Fernández.

Rechazo intelectual y social. El proyecto para el traslado de la fachada de la iglesia del monasterio de Sobrado a A Coruña se topó con el rechazo vecinal y también de la élite cultural gallega del momento. El monumento religioso se encontraba en un deplorable estado de conservación, argumento que utilizaban los partidarios para justificar el traslado de la edificación a Cuatro Caminos. Finalmente, fue el criterio económico el que más pesó a la hora de desechar esa iniciativa.
Rechazo intelectual y social. El proyecto para el traslado de la fachada de la iglesia del monasterio de Sobrado a A Coruña se topó con el rechazo vecinal y también de la élite cultural gallega del momento. El monumento religioso se encontraba en un deplorable estado de conservación, argumento que utilizaban los partidarios para justificar el traslado de la edificación a Cuatro Caminos. Finalmente, fue el criterio económico el que más pesó a la hora de desechar esa iniciativa. La Voz de Galicia

Carlos García Cortés recuerda que el párroco José Toubes hizo una recaudación de fondos para la nueva iglesia y que, junto al entonces alcalde, Alfonso Molina, le solicitaron al propio Franco que autorizase el traslado. «Él les dijo que lo iba a pasar a estudio, pero fue denegado porque era demasiado gasto desmontar todo aquello y traerlo por carreteras tan angostas», rememora el religioso. Finalmente, se optó por el proyecto de Francisco Echenique, siendo consagrada en septiembre de 1964.