«Nuestro primer trasplantado sobrevivió más de 29 años y no murió del corazón»

R.D. A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA CIUDAD

CESAR QUIAN

Cardiólogos de todo el mundo participan en A Coruña en el simposio sobre insuficiencia cardíaca que organiza el Chuac coincidiendo con el 30.º aniversario del primer trasplante cardíaco de Galicia

15 oct 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

El trasplante de corazón, una de las terapias que someterán a análisis los expertos reunidos desde este jueves en A Coruña con motivo del simposio internacional sobre insuficiencia cardíaca (IC) avanzada, cumple 30 años en Galicia. «Somos la unidad de referencia para  la comunidad y hasta ahora hemos realizado 875 trasplantes con muy buenos resultados; nuestro primer paciente sobrevivió más de 29 años y no murió del corazón. Tenemos muchos pacientes ya con más de 20 años postrasplante que hacen vida normal», destaca Marisa Crespo, responsable de la unidad de insuficiencia cardíaca avanzada y trasplante (Ciber CV) del Chuac y directora del congreso internacional.

Recurrir a implantar un órgano nuevo no es la única y última alternativa para los afectados por una patología que constituye la principal causa de hospitalización a partir de los 65 años, ya que en el Chuac utilizan la asistencia ventricular de larga duración o corazón artificial para aquellos enfermos con contraindicaciones para el trasplante. «Tenemos varios pacientes con más de tres años con el dispositivo con muy buena calidad de vida», recuerda la especialista, que insiste en que, en todo caso, tanto el tratamiento como el cuidado del paciente «ha de ser multidisciplinar y multiprofesional. La clave es el trabajo en equipo alrededor del enfermo», recalca.

Las terapias más avanzadas tecnológicamente serán solo uno de los temas de revisión por parte de los congresistas reunidos en el Palacio de la Ópera de A Coruña, que durante dos jornadas se detendrán en actualizar los conocimientos sobre las alternativas para abordar la IC, «un síndrome que puede resultar de cualquier enfermedad que dañe al corazón. Es grave, tienen alta mortalidad y su prevalencia es creciente por la mayor longevidad de la población y por un mejor tratamiento de enfermedades agudas de corazón, como el infarto de miocardio. El paciente puede sobrevivir al infarto, pero el daño que ha sufrido el corazón, hace que pueda desarrollar IC», explica Crespo. 

Pese a todo, «tenemos buenas noticias, porque cada vez hay más oportunidades terapéuticas que aumentan la supervivencia y mejoran la calidad de vida. El avance es espectacular», añade. Todos ellos figuran en lo que se denomina guías de práctica clínica (GPC), documentos que recogen la evidencia científica disponible, la analizan en detalle y establecen recomendaciones clasificadas según ese nivel de evidencia. «Son de gran ayuda para la toma de decisiones y se  acaban de publicar las de la Sociedad Europea de Cardiología, las previas eran del 2016», señala. En el simposio, de hecho, participan los coordinadores de las guías, como McDonagh y Metra, y algunos de sus autores, como McMurray, F Ruschitzka y la propia Marisa Crespo. 

Su análisis centrará buena parte del encuentro, ya que figuran nuevas estrategias en el tratamiento de la IC. Entre ellos, la incorporación para la mitad de los afectados, aquellos que tienen lo que se denomina fracción de eyección reducida, de cuatro tipos de fármacos (sacubitril-valsartan, betabloqueantes, antagonistas de receptor mineralocorticoide e inhibidores SGLT2) que «todos los pacientes, en ausencia de contraindicaciones, deberían de recibir», subraya la experta, cuando hasta ahora eran solo tres. Además, las guías recomiendan también pasar de una pauta escalonada de introducción de cada medicamento hasta llegar a la mayor dosis tolerada, a «iniciar cuanto antes mejor los cuatro grupos e ir aumentando la dosis progresivamente, según las características y tolerancia de cada paciente». A estos cuatro grupos farmacológicos se añade, además, un tratamiento individualizado según el fenotipo de cada paciente, es decir «según su etiología, si tiene alteración valvular o comorbilidades extracardiacas...», ejemplifica la cardióloga.

La investigación ha permitido además desarrollar nuevos fármacos de los que también hablarán los especialistas como el tafamidis, para cardiopatías específicas menos frecuentes, pero graves como la denominada amiloidosis cardíaca por transtiretina, e incluso de algunos todavía no disponibles en España aunque ya aprobados por las agencias reguladoras, como el vericiguat para pacientes que empeoran de la IC  a pesar de los tratamientos habituales.

La jornada internacional no se despedirá de A Coruña sin analizar también los avances en terapias percutáneas para la insuficiencia de la válvula mitral, la estenosis aórtica o la  insuficiencia tricuspidea, y también se pasará revista a las novedades en desfibriladores automáticos y marcapasos resincronizadores para determinados pacientes