A Coruña se frena por el atasco de obras clave

Xosé Vázquez Gago
Xosé Gago A CORUÑA

A CORUÑA CIUDAD

ANGEL MANSO

La ciudad se ha quedado por detrás en transportes y accesos, y se juega su puesto de referencia en materia sanitaria con el Novo Chuac

26 oct 2021 . Actualizado a las 09:19 h.

En los últimos siete años, A Coruña ha perdido ventaja competitiva. Santiago y Vigo han estrenado nuevos accesos viarios, nuevas instalaciones hospitalarias y tienen más avanzadas sus estaciones intermodales, modernos nodos de transporte en los que se combinan autobuses, trenes y otros vehículos. El puerto exterior se enfrentaba a un futuro como única dársena del noroeste y casi de todo el país sin una conexión ferroviaria, y la remodelación del centro urbano y de la fachada marítima tras el vaciado de los antiguos muelles aparecía más como un problema que como una oportunidad por la falta de planes de futuro y de acuerdos para llevarlos a cabo.

La mayoría de esos problemas siguen ahí. Se han dado algunos pasos para abordarlos, pero todavía deben traducirse en actuaciones concretas. La solución será posible en gran parte gracias a los planes de ayudas de la Unión Europea activados tras la pandemia del coronavirus, que deben facilitar la financiación necesaria para esos proyectos. Otra de las ventajas de esos fondos es que están condicionados a plazos de ejecución concretos, lo que en principio facilitará los acuerdos entre las distintas Administraciones implicadas en las obras, aunque sean de distintos signo político. 

Novo Chuac

Pendiente del inicio real. La ampliación del Chuac es la obra más ambiciosa de la Xunta para los próximos años. Supondrá una inversión total de 430 millones de euros por parte de la Administración autonómica, que espera contar con respaldo de la UE, y de más de 22 millones por el Ayuntamiento. El objetivo es duplicar la superficie del hospital, lo que además de mejorar la asistencia sanitaria contribuirá a que continúe siendo uno de los centros de referencia de todo el país. 

Por ahora están en marcha los trabajos de la fase cero, una reforma incluida en el anterior plan director, que data del siglo pasado. Parte de las siguientes fases dependen de las expropiaciones, que ejecutará la Xunta, pero financiará el Ayuntamiento. El gobierno local debe incluirlas en el presupuesto, que ahora está negociando con la Marea Atlántica. Esa formación ha sido muy crítica con el plan de la Xunta, aunque cuando fue presentado optó por abstenerse. La negociación amenaza con ser un nuevo escollo en los compromisos adquiridos por Inés Rey y Núñez Feijoo

Estación intermodal

Aún sin fecha. La nueva súper estación iba a ser la primera de Galicia, pero será la última. Ha sufrido múltiples retrasos, causados por el rechazo del anterior gobierno local al proyecto de la Xunta y, ya en este mandato, por los incumplimientos del Gobierno central en los plazos que había anunciado. Hoy sigue sin fecha de licitación, pendiente de que el ADIF apruebe el convenio con el Ayuntamiento y la Xunta para construirla. Está previsto invertir cerca de 70 millones de euros, en parte procedentes de las ayudas europeas. 

Tren al puerto

Una salida. El imprescindible tren al puerto exterior por fin ha sido incluido en los presupuestos. Los fondos Next Generation han salvado el obstáculo de su financiación. Ahora queda licitar la obra, adjudicarla y ejecutarla, un proceso que llevará años. El ferrocarril es clave para el puerto, que no podía competir con otras dársenas sin él. Pero también es fundamental para la ciudad, que ahora podrá completar la liberación de los muelles interiores y el traslado de las mercancías peligrosas. Su construcción ha sido calificada de hito, pero más bien es una necesidad básica para el área que atesora el mayor PIB de Galicia que, de forma incomprensible, no se había atendido antes. 

Fachada marítima

La ciudad futura. La gran transformación de A Coruña en este siglo debe llegar con la incorporación de los muelles de Batería, Calvo Sotelo y San Diego. En este mandato se han dado avances hacia un acuerdo entre todas las Administraciones, pero las negociaciones con el Ayuntamiento han entrado en punto muerto -como ya ocurrió en el 2020 con el Chuac- y cada día corre el tiempo para acceder a fondos de la UE, como propone la Xunta. 

El acuerdo consistiría en la compra de los terrenos por las Administraciones. María Pita se hará con el 75 %, pero no quiere asumir ese porcentaje de las obras y aún debe incluir los fondos en su presupuesto. Por su parte, los de la Xunta ya incluyen 20 millones para adquirir su parte de los muelles y reformar el porcentaje de suelo que le correspondería, además de levantar un equipamiento aún por decidir. 

Los accesos

Años de espera. También la UE, si se cumplen los planes de los actuales responsables políticos, asumirá la ampliación de Alfonso Molina y el puente de A Pasaxe, que fueron objeto de promesas incumplidas durante años, y en el primer caso, décadas. Como con el hospital y la intermodal, A Coruña ya ha perdido el primer tren de la renovación de sus accesos. La de Alfonso Molina tendría que haberse hecho en paralelo a las de Rande y las circunvalaciones de Santiago, ya tendría que estar lista, pero el proyecto quedó estancado después de que el anterior gobierno local lo rechazase. Pese a ello, los coruñeses también han pagado la subida de peajes con las que se financiaron las mejoras de Vigo y la capital gallega, y con la que también se iba a pagar Alfonso Molina.