La humanización de Alcalde Marchesi, en A Coruña: «Está todo precioso, pero lo del verde en el pavimento lo ensombrece»

Alejandro García Chouciño
A. g. chouciño A CORUÑA

A CORUÑA CIUDAD

Vecinos y comercios respaldan la transformación integral de la calle

03 dic 2022 . Actualizado a las 17:21 h.

La obra para peatonalizar y humanizar la calle Alcalde Marchesi encara su recta final. Durante la noche del jueves al viernes, los operarios retiraron vallas y enseres que había en la zona para que los viandantes pudieran transitar cómodamente. «Forzamos un poco porque en realidad aún no iban a poner todo el mobiliario en estas fechas. Nos pusimos en contacto con el Ayuntamiento para que, aunque no estuviesen todos los elementos, sí hubiese algunos para que se vea cómo se va a relanzar la calle. Al final siempre tenemos la manía de hablar antes de que acaben las cosas. De esta forma le damos más vida antes de Navidad», explicó Juan Iglesias, presidente de la asociación de vecinos A Barcarola Cuatro Caminos.

La obra se inició el pasado 7 de febrero y el plazo de ejecución fijado es de 12 meses. La humanización se adelantaría, de esta forma, en dos meses al plazo estipulado. Las opiniones a pie de calle al ver los primeros bancos y macetas (diseñados por la empresa Brutal Concrete) respaldan la actuación. «La gente va a poder andar tranquilamente y creo que para el pequeño comercio es positivo. Mientras sea peatonal va a traer público sí o sí de otras zonas. Luego hay gente a la que no le gusta el color del suelo, gente a la que sí... Hay que esperar a que terminen», sostuvo Juan Carlos, dueño de Uvas y Queso.

Los distintos tonos de verde que se han usado para pintar el pavimento son de los pocos peros que afloran. «Yo soy del verde, pero me parece que se ensucia mucho. Está todo precioso, pero eso lo ensombrece» señaló Milagros, una viandante. «Lo del suelo ya es otro tema que genera debate. Pero el conjunto está quedando genial. Espero que acaben pronto la obra y que podamos disfrutarla», aseguró Rebeca Platas, empleada en Vivayo. «Estamos acostumbrados a ver nada más que coches en las calles. Ahora vamos a poder pasear y no estar pendientes de un semáforo. Es más divertido. A mí me encanta, pero puedo entender que haya personas a las que les sorprenda. Con el tiempo la gente se va a dar cuenta de que nos hacía falta», resaltó Juan Iglesias. Un criterio que también comparte Sheila Sobral, residente: «Soy de Pontevedra y allí hay muchas zonas peatonales y espacio para que el viandante esté cómodo. Me gusta que también se vaya a hacer aquí».

Imagen de archivo de cómo era la calle antes de la reforma y fotografía de este viernes de cómo se encuentra ahora
Imagen de archivo de cómo era la calle antes de la reforma y fotografía de este viernes de cómo se encuentra ahora

Una gran plaza lineal que bebe del norte de Europa

La intervención urbanística generó gran expectación desde el inicio y los responsables del proyecto piden que se espere a ver el resultado final para valorarla en su conjunto. «La obra había que hacerla conviviendo con la vida de la calle. Esto ha creado un debate. Es una calle muy distinta al resto de las que hay en la ciudad, pero va a ser de las más amables y convividas desde el punto de vista de los vecinos y los niños que la disfruten», explica Santiago González, arquitecto del estudio Naos 04 y responsable, junto con Mónica Fernández, del proyecto. «Lo hemos hecho basándonos en otros ejemplos de actuaciones urbanas en ciudades del norte de Europa, en las que los espacios urbanos se están transformando en la línea de dar otra vida, otro color y otra imagen», añaden.

El objetivo de los arquitectos era dar vitalidad y viveza a una calle que definían como oscura, caótica y llena de coches. «Planteamos resolverlo a través de los colores y a través de las formas y elementos de mobiliario urbano que hemos puesto. Intentamos hacerlo lo más orgánico posible, que no fuesen solo elementos duros. La idea era crear una gran plaza lineal para la convivencia de las personas, más que una calle», resalta Santiago. No obstante, precisan que todo está dimensionado para que puedan circular todo tipo de vehículos y camiones. «Lo que no tiene es un recorrido lineal para que nadie pueda coger velocidad. Se tiene que ir circulando por un espacio urbano humano, no un espacio para los vehículos. Este ha sido el planteamiento desde el principio. Por eso esos verdes y esas líneas que no son uniformes, sino que van jugando con la geometría. Por eso este mobiliario que hemos diseñado expresamente para este lugar», destacan los arquitectos.

Sobre los bancos que se están comenzando a colocar, Santiago indica que «también va a haber bancos de los tradicionales, donde una persona mayor se pueda sentar tranquilamente sobre una madera y apoyada en el respaldo. Pero, queríamos que también hubiese elementos para gente más joven y para otro tipo de vivencia del espacio público». El profesional considera que se trata de una transformación interesante, «porque la gente lo va a vivir de otra manera. Incluso esas farolas-árboles que hemos puesto, también las hemos diseñado exprofeso para allí. Para que sean unos elementos escultóricos de referencia para el sitio. Es decir, una farola deja de ser un elemento más del espacio urbano y es un elemento singular. Además, la más grande (ubicada en el centro de la calle) va a tener un banco debajo para poder sentarte a la luz de esa farola y coger una importancia pues singular en el espacio urbano. Esta filosofía rompe con la estética convencional».

El estudio de arquitectura sostiene que el Ayuntamiento de A Coruña «ha hecho una apuesta interesante y arriesgada, porque también es importante buscar nuevas formas de hacer ciudad. Creo que eso es algo que, de alguna forma, es responsabilidad de todos. Y ese es el valor del proyecto: Asumir ese riesgo y aportar otras formas de ver la ciudad y el espacio público», remarca Santiago. El arquitecto también señala que la asociación de vecinos ha estado conociendo el proyecto desde el principio. «Nosotros le enseñamos el proyecto, la idea desde el origen y a ellos les encantó. El apoyo de los residentes lo hemos tenido desde el minuto cero. Y hemos tenido al menos tres reuniones en las que se ha ido hablando de la evolución de la obra. Que luego venga una queja puntual de una persona que pasa por allí o que no sabe apreciar este tipo de espacios pues me parece normal, porque todo el mundo tiene derecho a opinar. Pero también hay que entender que existe otra forma de ver el espacio público y que en Europa se están dando grandes ejemplos de cómo transformar la ciudad del coche al peatón». También resalta la importancia de los árboles en la zona. «No fuimos a por un árbol convencional, sino que elegimos una especie muy singular y con personalidad dentro de la calle. Hemos puesto hayas rojas, que le aportan una escala de vegetación y una escala más orgánica a la calle», comenta.

Entre los aspectos que pulirán a continuación están los remates puntuales de pintura del suelo, los juegos infantiles y los tableros de ajedrez (que irán en las mesas que ya están instaladas), y los bancos grandes que rodean las dos luminarias. 

Lo que se comenta en la propia calle

A. G. CH.

«Es lo mejor que pudieron hacer. Antes solo se veían vehículos y un montón de gente en la acera», Rebeca Platas, dependienta de un comercio local

A. G. CH.

«Todo lo que facilite el tránsito, sobre todo de las personas que tenemos dificultad, me parece estupendo», Milagros, viandante

A. G. CH.

«Me parece muy útil que se pueda andar sin estar con la preocupación de si viene un coche», Sheila Sobral, vecina del barrio