José Nogueira Fernández, exparlamentario y exedil del PSOE en A Coruña: «Los imputados éramos apestados y todos tuvimos que dejar la política»

Xosé Vázquez Gago
Xosé Gago A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA CIUDAD

El exparlamentario y exedil del PSOE en A Coruña, José Nogueira Fernández, ayer en la torre de Hércules.
El exparlamentario y exedil del PSOE en A Coruña, José Nogueira Fernández, ayer en la torre de Hércules. CÉSAR QUIAN

Pasó diez años investigado en la Pokémon aunque cuatro testigos lo exculparon

31 mar 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Este miércoles se conoció el sobreseimiento de la última pieza de la operación Pokémon en la que figuraba José Nogueira (A Coruña, 1956), un histórico socialista que entró en el partido en la clandestinidad y fue parlamentario y edil. La actual instructora concluyó que ni se llegó a concretar qué delito pudo cometer.

—¿Cómo lo ha recibido?

—Era esperado, porque al archivarse la adjudicación de los contratos, no tenía sentido que no se archivasen los supuestos enchufes. En mi caso no se contrató a nadie y, por suerte, o más bien por desgracia, yo pude llevar testigos.

—¿Por desgracia?

—Sí, porque la jueza [Pilar de Lara] se negó a aceptar las pruebas. Ignoró las declaraciones. Me acusó de que mi hermana trabajó en Vendex. Llevé su vida laboral sacada de la Seguridad Social, en la que se veía que no era así, y dijo «no me lo creo porque Vigilancia Aduanera me dice que sí trabajó en Vendex», y mantuvo la imputación. Diez años de sufrimiento personal, familiar y social.

—¿Pero se llegó a rebatir la declaración de los testigos?

—Vigilancia Aduanera primero me acusó de manipular un pliego técnico con dos funcionarios. Los llevé como testigos, obligados a decir la verdad. Declararon que nunca habían hablado del tema conmigo y que el pliego era correcto. Al mes y medio, Vigilancia Aduanera hizo otro informe diciendo que se habían equivocado, que el que había manipulado era el pliego económico con otros dos funcionarios distintos. También declararon y volvieron a decir que no habían hablado conmigo y que el pliego era tipo del Ayuntamiento. Dijo que no les creía, pero ni los procesó por mentir ni me desimputó.

—Y renunció a ir en la lista.

—El mismo día de la asamblea en la que el PSOE iba a aprobar la candidatura del 2015. Estábamos comiendo en el restaurante del Rectorado. A las cuatro y media, en los postres, me llamó mi abogado y me dijo que seguía imputado. Le dije a la candidata, Mar Barcón: «Me tienes que borrar de la lista». Hacía un año y medio que me había tomado declaración la jueza, y fue la única vez.

—¿Cómo fue?

—Nos citó a las tres y media de la tarde, pero nos pasó a su despacho a las once menos cuarto de la noche. Toda la tarde en un pasillo sin sillas. Nos quedamos a oscuras, con solo una luz, porque los guardias civiles se fueron cuando terminaron el turno.

—Algunos investigados tuvieron problemas hasta en la calle.

—Al principio sí, porque parecía que quería acabar con la corrupción en Galicia y en España. Llevaba imputados en Cataluña, Asturias, Palma... Más que un juzgado de Lugo parecía la Audiencia Nacional. Pero luego la gente se dio cuenta de que algo no funcionaba, porque las causas caían una tras otra, una tras otra.

—¿Por ser político tuvo menos posibilidades de defenderse?

—Sí. Imputado era condenado. Había que dimitir al día siguiente. Esta señora acabó con la carrera de más de 200 políticos y funcionarios en Galicia. Éramos apestados y todos tuvimos que abandonar. Eso empezó a cambiar cuando salieron imputados de Podemos. En A Coruña hasta llevaron una candidata investigada en el 2019. Ahora parece que vuelve a prevalecer la presunción de inocencia que recoge la Constitución, y no lo contrario.