El camarero pegado a una cámara

Javier Becerra
Javier Becerra CRÓNICAS CORUÑESAS

A CORUÑA CIUDAD

MARCOS MÍGUEZ

Al cerrar el Antiguo, Isra Cubillo se dedica a fotografíar silencios urbanos infinitos que ahora forman parte de una exposición

31 mar 2023 . Actualizado a las 12:25 h.

Tienen las barras de los bares algo de mirador de la humanidad. Tras la del Antiguo, en Emilio Pardo Bazán, se encuentra Isra Cubillo. No se contenta solo con servir a su fiel clientela, sino que muchas veces opta por mirarlos tras el visor de la cámara fotográfica. Es como un chispazo. Estás allí tomando algo, te dejas envolver por las conversaciones que surgen y los encuentros que aparecen, y cuando menos te lo esperas ahí está él. Media sonrisa y gesto decidido: «¡Eh, mira a la cámara!». Exagerando un poco —pero no muy lejos de la realidad, por otra parte— se podía decir que hasta que no acabas retratado por Isra no has pasado uno de los requisitos para que te den el carné de oficial de coruñés.

Este hostelero, peleón por los locales con personalidad, historia y vida propia frente a los de simplemente hacer caja, tiene otra faceta artística más solitaria. Muchas veces, al cerrar la puerta del bar, se dedica a fotografíar calles desiertas, silencios urbanos infinitos y estampas contemplativas de cuando la ciudad duerme. Pero también lo hace de día, reflejando los ángulos ocultos de los viales que recorremos día a día. La otra cara de las vallas publicitarias que naturalizamos con la costumbre. O los particulares mosaicos que se crean entre pintadas, restos de carteles y muros desnudos. Muchas de esas fotografías las engloba con el título El noroeste y otras cosas. Las expone a través de sus redes sociales. A pelo, sin más contemplación, incrementando su capacidad de generar pensamiento.

Ayer saltaron del Facebook e Instagram a las paredes de la galería Moret Art. Para mostrar juntas un puzle visual de la ciudad insólito, pero que para muchos ya es tremendamente familiar. Harían bien en pasar por allí.