Mas de mil moteros, vestidos como Papá Noel, hicieron un recorrido solidario desde Vilaboa, en el termino municipal de Culleredo, pasando por varias calles de la ciudad, subieron hasta la torre de Hércules y finalizando ayer tarde su maratón en la Marina.
Todo este rugido de motos «se encuadra en la humildad y en reconocer los problemas de los otros y como un granito más para ayudar a los más necesitados», señaló Aida Rado, una de las organizadoras.
Su gesto solidario no viene de hoy: «Ya llevamos muchos días trabajando, en conexión con la Fundación Adultos Discapacitados de A Coruña (Adcor) y hemos logrado conseguir juguetes para los más pequeños de Aspace, para los niños del grupo de padres y madres de personas con parálisis cerebral». Con las luces de colores en las motos llegaron a la Marina, tras superar un pequeño accidente en Culleredo, «sin importancia» y logrando su objetivo: «Conseguir muchos alimentos para los necesitados».
Se mejorarán los juegos infantiles, los tejados y las tuberías