Preocupación en Os Regos por dos torres de luz que amenazan las casas

Tamara Rivas Núñez
Tamara rivas OLEIROS / LA VOZ

OLEIROS

CESAR QUIAN

Los vecinos de la urbanización advierten del peligro potencial que entraña

18 feb 2019 . Actualizado a las 16:46 h.

La instalación de dos torres de iluminación en el campo de fútbol de Os Regos mantiene en vilo desde la semana pasada a los vecinos de los chalés más próximos al recinto deportivo, que advierten del peligro potencial que entraña para la seguridad de sus viviendas, estética aparte, una estructura de tal envergadura. «Ya había dos instaladas y ahora han colocado otras dos, pero las han puesto donde más molestan y donde más peligro entrañan porque están muy pegadas a las casas», comenta Raúl Benito, un residente en la urbanización. Su temor, como el de otros vecinos de la calle río Eume, es que «con la llegada de cualquier temporal o por cualquier otro motivo la torre se puede venir abajo y caer sobre nosotros», y aunque confía en que la instalación se haya levantado con todas las garantías, advierte de que «parece que nunca hay problemas hasta que pasa algo serio».

El miedo de los residentes se minimizaría, señalan, cambiándolas de emplazamiento. «Se podría haber buscado otra ubicación. Si las colocasen en las esquinas del campo no afectarían a ninguna de las viviendas», asegura Raúl Benito. La indignación entre los residentes es todavía mayor, ya que el Ayuntamiento procedió a instalarlas la semana pasada «sin previo aviso y sin tener en cuenta nuestro parecer».

Los vecinos de Os Regos aseguran que no se quedarán de brazos cruzados y que contactarán con el consistorio a través de la presidencia de la comunidad para intentar que «las quiten, o al menos, las muevan de sitio. Queremos que quede constancia de su peligro potencial por lo que pueda pasar». Además, señalan la doble vara de medir del Ayuntamiento, que les «impide plantar en las parcelas árboles de gran tamaño mientras que con la torre no hay ningún problema». Explican que vivir pegados a un campo de fútbol no supone ningún tipo de molestia de por sí, pero recuerdan que para tener privacidad tuvieron que poner por su cuenta «unos setos» cuando se construyó el recinto.

Este periódico intentó contactar con el Ayuntamiento de Oleiros para saber si contemplaban alguna actuación al respecto, pero al cierre de esta edición todavía no había recibido ninguna respuesta.