«Mi triunfo es el de la constancia y la humildad»

Rubén Ventureira

CULTURA

27 mar 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

Con La voz de mi silencio , su octavo disco, José Luis Figuereo (Cádiz, 1970), El Barrio, está ganando nuevos públicos. Mañana intentará conquistar Galicia. Actuará en el Coliseo (22.30 horas), aforado para 3.000 personas. Por ahora se han vendido la mitad de las entradas.

-¿El suyo es el triunfo de la hormiguita?

-Ha sido un triunfo muy elaborado, poco a poco, nada de pelotazo, y al margen de muchos medios de comunicación que me querían esclavizar. -¿Esclavizar en qué sentido? -No lo puedo contar. El mío es el triunfo de la constancia y de la humildad. -¿Falta humildad en las estrellas? -A algunos le dan dos premios y se lo creen. Yo asomo la cabeza, miro un poco y la vuelvo a agachar, discretito. Y no le río las gracias a nadie. -En esta gira va de lleno en lleno? -Va muy bien de público y yo voy muy bien de voz. -Le he visto santiguarse antes de los conciertos. Un gesto muy torero? -Es que vengo de familia torera. Un abuelo era banderillero, El Aceitunero . Banderilleó con mucha gente. Yo tengo fotos suyas con Manolete, por ejemplo. -Nunca ha actuado en Galicia. ¿Por qué? -Mi compañía anterior no hizo mucho para que me diese a conocer por allí. Este concierto es una apuesta personal. Me fastidia que con el tiempo que llevo en esto no haya pisado Galicia, donde tienen el mismo derecho a escucharme que en otros sitios. -A los 14 años se fue a trabajar a los tablaos. Tocó para Sara Baras y Antonio Canales. -Me he curtido tocando la guitarra para grandes artistas. -Como? -Es que estoy un poco cansado que ellos no hablen de mí. -De acuerdo. He leído que le llaman «apóstol del nuevo flamenco» o «Sabina del flamenco». ¿No asusta? -Es un lujo parecerme a un maestro como Joaquín. Y también que me digan que doy vidilla al flamenco. -El Último de la Fila popularizó el flamenco-pop. ¿Lo metemos en ese palo? -El flamenco nunca ha sido pop. Lo que sí ha habido es un mestizaje, flamenco con otros dejes. -Entonces, ¿dónde lo encasillamos? -Yo hago rock con sonido andaluz, y pop con matices de aquí abajo. Y también hago, separado, un par de palos flamencos. -¿Inspira más el desamor que el amor? -Para componer, la pena. Para expresarse, la alegría. -Viene bien respaldado a A Coruña? -Va a ser un concierto completito, con muchos cambios de ritmo y participación de la gente. Voy con una banda de 13 músicos, los que me han acompañado siempre. No he cambiado.