La intención del artista es entregársela al músico el 29 de junio, fecha en la que actúa en el Coliseo de A Coruña
25 may 2018 . Actualizado a las 10:41 h.Ringo Starr tendrá un doble gallego de castaño. El escultor Álvaro de la Vega lo está elaborando desde hace semanas en su taller de Rianxo. La próxima visita a Galicia del que fuera batería de The Beatles lo empujó a ello. «Unos amigos y yo compartimos pasión por los Beatles. Me plantearon hacerlo. Y nos tiramos al río», detalla. La intención del artista es entregársela al músico el 29 de junio, fecha en la que actúa en el Coliseo de A Coruña.
De esas gestiones, entre las que se incluye la posibilidad hacer algún tipo de acto formal de entrega en el Ayuntamiento de A Coruña, se ocupan sus compañeros. Él se encarga de violentar la madera con el hacha, la gubia e, incluso, la motosierra. Todo para dejar una pieza abrupta, con carácter y sin redondeces. «A la lija y al barniz le tengo alergia», se ríe. «Lo único que voy a hacer es pintarla, acorde a cómo viste el músico», añade.
La escultura se está elaborando en un gran tronco de castaño. «Tiene un diámetro de unos 70 centímetros, del que se sacará al final sobre el 40% de la manera», precisa de la Vega. Será un poco más alta que el modelo: 1,95 metros frente al 1,68 del batería. «Es un recurso habitual de la escultura, tiene que echarse sobre el original», detalla.
Fan desde los 13 años
Álvaro de La Vega es un apasionado de The Beatles. «A los 13 años, cuando estudiaba en Luarca los escuchábamos, a ellos y a los Rolling Stones. Nos gustaban muchísimo. Yo los cogí por edad en el último tramo de su trayectoria. E incluso había canciones que me gustaban mucho entonces, que con el tiempo se fueron olvidando, como The Ballad of John and Yoko».
Ahí se estaba empezando a cantar el final de un grupo que se hizo inmortal. También en forma de esculturas de sus integrantes en diferentes partes del mundo. En Galicia es muy conocida la erigida en honor a John Lennon en los jardines de Méndez Núñez en el año 2005. La de Álvaro de La Vega no se quedará aquí. «No sabemos si la instalarán en la fundación que tienen en Liverpool o si se la llevará a su casa de Los Ángeles».
Por ahora el proceso sigue adelante. Sus amigos mueven hilos para llegar al artista. Él le da a la macheta. «Me gustaría tener un año de tiempo para hacerla -reflexiona-. Hay que trabajar, parar y observar. La madera también tiene que reposar para que se hidrate. Ya tengo la fisonomía más o menos y creo que estará terminada a principios del próximo mes». Al lado de su trabajo se puede ver la maqueta de 70 centímetros que usa como modelo. La de un Ringo risueño, con barba y gafas de sol. La grande cada vez se parece más.