«Il Pirata» surca aguas del siglo XXI

Xesús Fraga
xesús fraga REDACCIÓN / LA VOZ

CULTURA

m. a. fernandez

La Programación Lírica de A Coruña se suma a la recuperación contemporánea de este título de Bellini, con una representación con escenografía de Xosé Manuel Rabón

19 ago 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Hay óperas que se mantienen constantes en las programaciones de los grandes teatros, y hay otras que aparecen y reaparecen con los años, independientemente de su excelencia. Entre estas segundas se cuenta Il Pirata, estrenada por Bellini en 1827 y que en la actualidad está siendo recuperada por La Scala de Milán, el Teatro Real de Madrid y la Programación Lírica de A Coruña, que abre su temporada de este año con una única representación de este título el próximo 8 de septiembre (Palacio de la Ópera, 20.00 horas).

El motivo de este ir y venir guadianesco de Il Pirata no es atribuible ni a una falta de éxito ni de calidad -en 1827 fue aclamada, igual que un siglo después, cuando en su repertorio figuraban Maria Callas o Montserrat Caballé-, sino a todo lo contrario. «É unha ópera preciosa, belísima, pero dificilísima de cantar», explica Xosé Manuel Rabón, encargado de la dirección de escena, escenografía e iluminación de la función coruñesa. Por tanto, lo que montajes como el de Il Pirata necesitan es esa confluencia generacional de las voces a la altura de este nivel de exigencia, que en la cita gallega volverá a reunir al barítono Juan Jesús Rodríguez y la soprano Saioa Hernández, después de cantar el año pasado Un ballo in maschera. Hernández, además, será la primera cantante española en inaugurar la temporada de La Scala, el próximo diciembre.

«Espectáculo total»

Todo un reto para el elenco y también para Rabón, que califica Il Pirata de «espectáculo total». Por algo esta ópera era una de las preferidas de Wagner y también inspiró a Donizetti. Rabón, con una larga trayectoria escénica y operística a sus espaldas, ha diseñado una propuesta al servicio de la obra, con el objetivo de que «se materialice en escena ou drama». Así, su planteamiento triangular replica las relaciones que se dan en el argumento entre el pirata Gualtiero y Ernesto, duque de Galdora -que ocupan la base del triángulo-, y la protagonista, Imogene -esposa del duque-, que ocupa el centro de la figura, con su hijo, en el vértice. A ellos se suma un coro, que cumple la función que se le asigna en las tragedias griegas.

En el montaje, Rabón también ha relacionado la ópera de Bellini con la obra Caín, pirata, de Zorrilla, que estrenó este año con la Compañía Nacional de Teatro Clásico en el Teatro de la Comedia de Madrid. Rabón sostiene que todo apunta a que Zorrilla -que estrenó su obra en 1842- vio la ópera de Bellini en Madrid y París y que entre ambos títulos hay «puntos de encontro». Entre ellos, el ascendiente español sobre Il Pirata, y el vínculo del Reino de las Dos Sicilias. «Sen esquecer que un dos grandes benfeitores da ópera napolitana foi un galego, o Conde de Lemos», recuerda Rabón. Esa conexión mediterránea se hace evidente también en el vestuario de la ópera, que se está preparando en los talleres ourensanos de América Soto, para quien el escenógrafo no tiene más que palabras de elogio: «É unha erudita do traxe», afirma, en referencia a la precisión histórica con la que se ha trabajado el ropaje de unos personajes del siglo XVIII.

El vestuario es una de las caras más visibles de un trabajo escénico que convierte una representación de ópera en ese «espectáculo total», frente a una versión concierto. En este sentido, Rabón, entre cuyos últimos trabajos se encuentra un exitoso Barbero de Sevilla, también en A Coruña, trabaja el tono profundamente romántico de Il Pirata, pero poniendo a su servicio las innovaciones que le permite la técnica, tanto la ya asentada en los teatros -el gobelín, un tul con el que divide en dos el escenario para alternar acciones gracias a la iluminación- como las innovaciones digitales: el escenógrafo ensaya la proyección de una tempestad marina como fondo.

Un montaje al servicio del espectador y de los intérpretes, que también cuentan en sus filas al tenor Josef Kans, y el director Antonello Allemandi, que se pondrá al frente de la Orquesta Sinfónica de Galicia y el Coro Gaos.