El coruñés Samuel Bugia lleva años componiendo temas para artistas de países como Malta, Moldavia, Lituania y Rumanía con la aspiración de colarse en el festival musical
16 sep 2019 . Actualizado a las 10:47 h.Puede que algún día la canción que triunfe en el festival de Eurovisión tenga su origen en el barrio coruñés de Monte Alto. Allí reside el compositor Samuel Bugia. Desde el 2012 lleva trabajando con artistas de diferentes países europeos con el objetivo de colarse en la fase final del mítico festival. «Fue un poco de carambola. Vi una noticia de decía que Malta iba a permitir que los cantantes participasen con compositores de fuera», recuerda el músico. «Aquello me llamó la atención -añade-. Busqué cantantes que hubieran participando en concursos en Malta. Encontré a Anna Azzopardi, que quiso grabar mi canción».
Presentaron la pieza. De más de 170 candidatas, se escogían 24. Entre ellas se encontraba Still Waiting, tema creado por Bugia. «No ganamos, pero quedamos bastante bien y tuvimos aceptación. A ella incluso la escogieron años después para ir acompañando a otra cantante para hacer los coros», señala. Arrancaba ahí una trayectoria en que el autor coruñés aparecería de continuo en convocatorias eurovisivas de todo tipo de países.
«Empecé a probar. Incluso en España, aunque aquí nunca cuajó», relata. La siguiente oportunidad llegaría en Chipre. Año 2015. No logró superar la primera fase. En el 2017 las cosas fueron mucho mejor en Moldavia con If Only You, tema creado para la cantante Emilia Russu. «Fuimos uno de los 14 semifinalistas, aunque no llegamos a ganar. Me vine arriba. Fui hasta allí y todo. Fue una gran experiencia, porque ella tenía una voz potente y ya contaba con experiencia previa. Pero, bueno, los concursos son concursos y ganaron otros».
«Esto se vive siempre como la última vez», reflexiona Bugia sobre el hecho de tomar un avión y acudir a un país tan lejano como Moldavia, con pocas opciones de vencer. «Nunca sabes si te van a volver a elegir y hay que vivir y disfrutar el momento al máximo». En su caso, hubo más momentos. De hecho, ese año también concursó en Lituana «con una canción disco-retro de los años sesenta».
Llega el 2018. Las partituras de Samuel vuelan a Rumanía. «Allí llegamos a la final. Fue muy especial, porque la semifinal en la que estaba mi canción la ganamos». Se refiere a The One, con letra de Roxana Elekes e interpretación de Claudia Andas, una cantante que había participado en el talent-show La Voz rumano. «Ir a la final habiendo vencido antes te sentías un favorito, aunque luego quedamos por la mitad», admite. Ese año volvió a participar con Lituania.
El mayor éxito de Samuel llegó este año: «Estuvimos en la final de Moldavia y quedamos terceros. Estuvimos a punto», se emociona. Se alió con Diana Brescan. Cantó Lies. «Es una cantante con 50.000 seguidores en Instagram, que tiene varios singles y una proyección potente en su país», precisa Bugia que ya mira al 2020.
Un oficio atípico
Explica Samuel Bugía que en España la figura del compositor de canciones no es muy usual: «No está de moda componer para otros y para mí Eurovisión es un gran escaparate. Ir con tus canciones de discográfica en discográfica resulta muy frío».
Pero hay vida más allá de Eurovisión. Bugía, que tiene formación clásica y le apasiona la ópera, sostiene que para él existen tres grandes grupos de pop: «The Beatles, Abba y Queen». A nivel nacional, es un devoto de Mecano y le encantaría poder llegarle a escribir canciones a Marta Sánchez o Malú.
Su última parada musical ha sido la canción Ámame, compuesta para Alejandra Pais, vocalista de la Orquesta New York y reciente ganadora del concurso A liga dos cantantes extraordinarios. «Estoy muy contento de poder trabajar con ella, por la gran voz que tiene y su sensibilidad artística interpretando mis canciones». ¿Y optar a Eurovisión juntos? «Ojalá. Es algo que lo he soñado y todo. Lo vi en mi sueño perfectamente», se ríe.