«No seas tan insolente»
Si ahora viajara en el tiempo y se encontrara con el hippy que fue, con 20 años y un ansia que no le cabía en el pecho, solo se daría un consejo a sí mismo: «No seas tan insolente, ve tranquilo». Más vale relajarse, sin desperdiciar energías, con los ojos puestos en la meta.
Su pasión por el teatro, la ópera y la zarzuela se mantiene intacta, pero evita soñar con imposibles. «Hay que situarse. Este es un país en el que ha tenido que haber una pandemia de proporciones bíblicas para que se bajara el IVA de los libros. ¡Salía más a cuenta la versión porno de Blancanieves y los siete enanitos que el cuento de los hermanos Grimm que yo le compraba a mi sobrina nieta! Curioso, curioso».