La homenajeada recibió la Medalla de Plata, la máxima distinción local
18 sep 2022 . Actualizado a las 18:04 h.«Esta ciudad me honra por no haber hecho más que lo que me dio la gana». Con esta proclama de la libertad con la que ha vivido siempre, Julia Uceda agradecía este domingo la imposición en Ferrol de la máxima distinción que otorga la ciudad, su Medalla de Plata al mérito cultural. La suma al largo listado de reconocimientos a la «máis grande das poetas vivas» de la literatura española, como reza el acuerdo para su concesión, la primera mujer que recibió el Premio Nacional de Poesía (2003) y que desde el pasado año ostenta también la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes.
Al son de las piezas de jazz que marcaron su vida, en el teatro Jofre se desgranaron méritos y vivencias de una sevillana de nacimiento afincada en Ferrol largos años, escenario de buena parte de su producción literaria. Al borde de los 97 años, sigue activa. Y dejaba su rúbrica, estrenando el tercer libro de oro del Ayuntamiento ferrolano. «He firmado con diversas formas, con diversas plumas, he firmado hasta con el dedo, pero por primera vez en mi vida, y seguramente la última, firmo con el corazón en una ciudad que me hace suya», leyó su propia dedicatoria.
Catedrática y escritora, con incursiones en la narrativa, la crítica literaria y el ensayo, pero con una vida dedicada a la poesía, a Uceda la recuerdan especialmente varias generaciones de ferrolanos, que la tuvieron como profesora de Literatura en el instituto Concepción Arenal. Lo recordaba el alcalde, Ángel Mato, que agradeció su legado y considera «de justicia» el reconocimiento a su «extraordinaria» carrera profesional.
De Iceta a Moreno Bonilla
De ello dieron muestra las numerosas felicitaciones virtuales que se proyectaron en el acto oficial y que abría el ministro de Cultura, Miquel Iceta, ensalzando su «dilatada y notoria trayectoria». En un acto en el que Ferrol y Sevilla estuvieron unidas por la autora, llegaron cariñosas palabras de reconocimiento desde el sur. Como las del presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno Bonilla, que se confesó «fascinado por la manera de expresarse de tu corazón». También habló el alcalde sevillano, Antonio Muñoz; el de Granada, Francisco Cuenca; el catedrático de Literatura más antiguo de la Universidad de Sevilla, Miguel Ángel Vázquez, que destacó que Uceda fue la primera mujer en doctorarse; y el director de la Real Academia Sevillana de Buenas Letras, Pablo Gutiérrez-Alviz, que la situó «en el olimpo de los dioses» y reclamó para ella la Medalla de Oro de Ferrol, reservada para los jefes de Estado: «Ha creado un Estado propio», argumentó, «la culta nación ucediana» de la que ella es «su máxima autoridad».
Poco amiga de protagonismos, la escritora se emocionó por momentos y en su agradecimiento a Ferrol por poder «beneficiarme de un paisaje hermoso», recordó también a su marido, el psiquiatra y humanista Rafael González Palacios, por el que llegó a la ciudad naval. «Muchas gracias, en nombre de los de ahora y los de ayer», concluyó tras leer dos de sus poemas. La ceremonia cerró el círculo ferrolano que se abría hace trece años cuando Julia Uceda Valiente fue nombrada Filla Adoptiva de la ciudad.