La película de Emmanuel Mouret espolea la memoria cinéfila, con una narrativa en la que se intuye un tono a Rohmer con una fuerte dosis de Woody Allen
28 mar 2023 . Actualizado a las 08:27 h.Simon es un terapeuta bien casado y con niños; Charlotte, una madre soltera desprejuiciada, que busca una relación sin ataduras, en principio (o al principio…) solo catre. Un encuentro casual y a meterse en faena, todo tan rápido que hasta lo comentan. Ella no se anda con rodeos; él se hunde en un océano de dudas, conyugales, existenciales y de los otros... A los pocos minutos ya sabes que estás en una comedia dramática genuinamente a la francesa, más allá de que París está bien presente en sus exteriores.
A poco que recurras a la memoria cinéfila, intuyes un tono a Rohmer con una fuerte dosis de Woody Allen. Por momentos, crees estar en Nueva York mientras en los gestos y las palabras imaginas a Allen con sus soliloquios, aunque a su lado tenga a la mujer de la que dice estar fuertemente enamorado. A medida que la trama avanza, ella parece progresar, mientras a él le pueden, le continúan pudiendo, los agobios sobre su adulterio. Y no sigamos para evitar spoiler, porque la química entre ambos protagonistas hace que observemos con interés la deriva de esta peripecia sentimental.
A Emmanuel Mouret, coautor del guion, en su filmografía (con varios títulos inéditos en España), le pone mucho el jugoso tema de las relaciones, con sus aristas, y no oculta sus influencias en la línea antes anotada, recurriendo a un estilo en apariencia informal, aunque cuidado, con predominio de secuencias sin cortes, esmerado en sus diálogos, en absoluto pedantes o cargantes, cosa que no puede decirse de algunos compatriotas suyos.
Es verdad que por momentos asoma la inverosimilitud y algunas situaciones van algo forzadas, pero enseguida regresa la frescura, dejando aire al espectador para que especule sobre un desenlace, realmente intuido minutos antes (si andas fino). La irrupción de un tercer personaje por fuerza introducirá fricciones emocionales, pero la secuencia final vendrá a envolver la trama para concluir que eso del amor, además de efímero, nada tiene de sencillo... y que en sortear sus zancadillas estará la clave del éxito. Una sonrisa ocupa la boca como colofón.
«CHRONIQUE D’UNE LIAISON PASSAGÈRE»
Francia, 2022.
Director: Emmanuel Mouret.
Intérpretes: Sandrine Kiberlain, Vincent Macaigne, Georgia Scalliet, Maxence Tual, Stéphane Mercoyrol, Eric Wrembel.
Comedia.
100 minutos.