Fallece el dramaturgo Tom Stoppard a los 88 años

I. Urrutia Cabrera MADRID / COLPISA

CULTURA

Tom Stoppard, premiado en los Tony Awards en Nueva York en el 2023.
Tom Stoppard, premiado en los Tony Awards en Nueva York en el 2023. Amr Alfiky | Reuters

Autor de «Rosencrantz y Guildersten han muerto», ganó un Óscar por el guion del filme «Shakespeare enamorado»; en el cine trabajó con directores de la talla de Rainer Werner Fassbinder, Steven Spielberg, Otto Preminger, Terry Gilliam y Joseph Losey

29 nov 2025 . Actualizado a las 22:57 h.

Tom Stoppard, uno de los grandes nombres del teatro contemporáneo en lengua inglesa, murió este sábado a los 88 años en su casa de Dorset, al sur de Inglaterra, rodeado de su familia. Autor de obras clave como Rosencrantz y Guildenstern han muerto, Arcadia y Leopoldstadt, además de ganador de un Óscar por el guion del filme de John Madden Shakespeare enamorado, fue durante más de medio siglo el paradigma de dramaturgo deslumbrante, provisto de una agudeza verbal capaz de abrir en canal las verdades más profundas de este mundo y el más allá.

En inglés se llegó a acuñar el adjetivo stoppardiano para describir «temas filosóficos tratados con ingenio, ironía y una complejidad lingüística notable, a menudo con múltiples líneas temporales». No obstante, Stoppard era un hombre modesto. Llevaba a gala no haber pisado la universidad y describía su trayectoria como la de «un periodista que fue derivando hacia el teatro, sin perder el placer de escuchar a las personas».

Nacido en Checoslovaquia bajo el nombre de Tomás Straussler, el nazismo marcó su vida: su familia huyó a Singapur y, tras la invasión japonesa, a la India. En 1946 su madre se casó con un oficial británico y el futuro dramaturgo recibió su apellido. Tardó 50 años en saber que sus cuatro abuelos habían muerto en campos de concentración y conocer su herencia judía. Su fama llegó en la década de los 70 con Rosencrantz y Guildenstern han muerto, que gira en torno a dos personajes secundarios de Hamlet que no entienden su papel en la obra de Shakespeare. Esa realidad tragicómica tocaba muy de cerca a Stoppard. ¿Qué estamos haciendo aquí? ¿Alguien lo sabe? Eran las preguntas que más le inspiraban y hacían reír.

El cine fue su otro espacio de acción y éxito. Adaptó novelas como Desesperación, de Vladimir Nabokov, para Rainer Werner Fassbinder; Enigma, de Robert Harris, para Michael Apted; Una inglesa romántica, de Thomas Wiseman, para Joseph Losey; La casa Rusia, de John le Carré, de Fred Schepisi; El imperio del sol, de J. G. Ballard, para Steven Spielberg; Billy Bathgate, de E.L. Doctorow, para Robert Benton; El factor humano, de Graham Greene, para Otto Preminger; y Anna Karenina, de León Tolstói, para Joe Wright. Además, colaboró con Terry Gilliam en la escritura del guion de Brazil y adaptó y dirigió su propia obra Rosencrantz y Guildenstern han muerto.