Moncho Fernández recuerda que el conjunto donostiarra supo perseverar y sobreponerse a un balance de dos victorias y ocho derrotas
28 ene 2012 . Actualizado a las 15:56 h.El Obradoiro Blusens Monbus busca un punto de inflexión como el que encontró su rival de mañana, el Lagun Aro, en la undécima jornada. Hasta entonces llevaba un balance de dos partidos ganados y ocho perdidos. De los siete siguientes venció en seis, solo dobló la rodilla frente al Barcelona y acabó firmando una histórica clasificación para disputar la Copa del Rey.
Por el camino no protagonizó ninguna revolución. Se fue Adekele y llegó Ogide del Breogán. Tampoco varió el plan de ruta, ya que siguió apostando por el mismo modelo de baloncesto, sin perder la calma, hasta encontrar el acierto.
El Obradoiro anhela protagonizar el mismo guion. Pese a que solo lleva cuatro triunfos, sigue dependiendo de sí mismo para lograr la permanencia. Moncho Fernández apunta una y otra vez que los jugadores están poniendo todo de su parte y que tanto ellos como el cuadro técnico son conscientes de lo que se juegan y de lo que supone seguir en la Liga Endesa. Por eso insiste en «ver el vaso medio lleno» y en tratar de no darle demasiadas vueltas a la mala racha de resultados que está atravesando el colectivo. Solo está prohibido el conformismo.
Contraste de inercias
Pero Moncho Monsalve sabe que el Lagun Aro llega lanzado y va a ser un enemigo más complicado que el de aquella primera jornada que se saldó con victoria santiaguesa.
«Es un equipo muy rápido en las transiciones -analiza-, no solo cuando llevan el balón Salgado o Neto. También cuando cogen el rebote Vidal o Panko, que son jugadores muy verticales. Me preocupan las acciones de ventaja de Panko, tanto de espaldas como de cara al aro. Me preocupa todo el juego colectivo de ellos, así como Baron y Vidal. Baron y Panko se llevan todos los flashes, pero ojo a Vidal y Salgado. Y además llegarán con un nivel de confianza altísimo».
El partido será arbitrado por Antonio Conde, Juan Carlos García y Fernando Calatrava.