Madrid y Barça se enfrentan esta noche en Londres por un sitio en la final de la Copa de Europa
10 may 2013 . Actualizado a las 07:00 h.No es un escenario habitual. De hecho, hace ya 17 años de la última vez, pero no deja de ser un nuevo derbi entre el Real Madrid y el Barcelona, el quinto de la temporada. Y es muy posible que no sea la última ocasión en que se vean las caras esta campaña y que se vuelvan a cruzar en un futuro cercano con el título de la ACB en juego. Eso sí, el de hoy (21.00 horas, TVE1) es, sin duda, el clásico más trascendente desde aquel choque del lejano 9 de mayo de 1996, en París, cuando el conjunto azulgrana se impuso a los blancos por 76-66 en la semifinal de la Final Four de una Euroliga de infausto recuerdo para los culés, por ser la del tapón ilegal del jugador del Panathinaikos Stojan Vrankovic a Montero que dejó sin título al equipo dirigido por Aito García Reneses.
Desde entonces, no se han vuelto a encontrar en una fase final de la máxima competición continental, fundamentalmente por los caminos opuestos que tomaron las secciones de los dos clubes en los años siguientes. El imperial Real Madrid de Sabonis y Arlauckas, que en 1995 habían dado a la entidad su octavo entorchado, inició una cuesta abajo que les alejó de los mejores de Europa hasta hace dos campañas, mientras que el eterno rival se convirtió en un habitual de la Final Four (cuatro en los últimos cinco años) y obtuvo sus dos coronas (2003 y 2008).
Fuerzas parejas
Pero los blancos han logrado revertir la situación tras una larga travesía por el desierto y ver cómo el CSKA, el Panathinaikos y el Maccabi cuestionaban su jerarquía en el concierto continental. Tras la decepcionante experiencia de hace dos años en Barcelona -cuando cayeron con estrépito ante los israelíes y el Montepaschi Siena, con Emanuele Molin al mando tras la dimisión de Ettore Messina-, el Madrid llega a Londres con miras más altas y con el convencimiento de que la victoria final está a su alcance.
De la mano de Pablo Laso, el equipo practica el juego más eléctrico que se puede ver en el Viejo Continente. El Barça, por su parte, se presenta en el O2 Arena muy mermado. Xavi Pascual tendrá que buscar alternativas a la casi segura ausencia del poderoso Jawai.