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El cuadro técnico trabaja en acoplar a Berzins, Homs y Peterson a la par que encara el difícil desplazamiento a Zaragoza
15 mar 2014 . Actualizado a las 17:59 h.El baloncesto del Obradoiro maneja una amplia gama de conceptos, requiere un aprendizaje laborioso y obliga a los jugadores a leer continuamente el partido y tomar decisiones en consecuencia. En defensa, el objetivo es incomodar y confundir al rival; en ataque, buscar las ventajas. El equipo empezó el año con una derrota en Sevilla, pero a partir de ahí fue cogiendo velocidad de crucero, hasta enlazar seis victorias seguidas.
En Manresa ganó con una autoridad incontestable. Y ante el Joventut, tres cuartos de lo mismo. Pero cuando parecía tener ya velocidad de crucero perdió a dos piezas clave en sus mecanismos, los dos cincos: Muscala, que se fue a la NBA, y Oriol, por una lesión que lo tiene apartado de las canchas desde entonces. Son dos bajas que se suman a la de Iñaki Sanz, que lleva tres meses en el dique seco.
Berzins debutó frente al Joventut. Albert Homs lo hizo ante el Real Madrid. Y Travis Peterson se apresta a estrenarse el domingo, en Zaragoza. Son tres recambios, que se acaban de incorporar para el último trimestre. Y ponerse al día lleva su tiempo, por más que se intenten acelerar los plazos. Ese es el reto para el cuadro técnico, conseguir que los recién llegados encajen bien y pronto en el engranaje al tiempo que toca preparar el partido de turno.
Moncho Fernández explica el contexto antes de viajar a Zaragoza: «Ahora somos diez (por las ausencias de Scott y Orio), por lo que no hay una sola rotación. Cualquier inconveniente, por pequeñito que sea, como un resfriado, ya nos altera la preparación. Nuestro éxito se basa en el trabajo, de modo que cuando se ve afectada la calidad del entrenamiento, repercute. La exigencia no baja. El problema es que ahora mismo es como si volviéramos a la pretemporada. No solo es meter a Travis. Es acabar de meter a Kaspars y a Albert. Y no se consigue ni en un día, ni en dos, ni en tres. Hay un trabajo de cinco meses respecto a unos compañeros y otros».
La carga táctica requiere su tiempo. Y añade: «Ese es el problema, que tenemos dos velocidades, los que llevan más tiempo y los que acaban de llegar, hasta que las dos velocidades se unifiquen. Lo que me da miedo es que estábamos en un punto muy bueno y ahora hemos tenido que parar para subir al tren a los que acaba de llegar y volver a arrancar».
Oriol es baja y Scott duda
Así encara el Obradoiro el difícil partido de mañana en Zaragoza. Oriol Junyent sigue siendo baja. Y las opciones de que Durand Scott pueda jugar en el Príncipe Felipe son escasas, toda vez que durante la semana no ha podido trabajar con el grupo y todavía nota bastante dolor en el tobillo.