Fue un partido igualado entre dos equipos diferentes. Uno que tiene consolidado un estilo y otro que trata de asentarse en Primera. En esa igualdad el resultado no puede considerarse solo suerte, sino una suerte trabajada. Es algo que este equipo lleva de serie después de mucho tiempo y mucho esfuerzo.
El Deportivo trató de igualar al Celta incluso con el sistema, emparejándose, muy dependiente de él. Me sorprendió que saliera con Joselu si lo que quería era poner a prueba el cansancio vigués pero no es fácil. Por contra, el equipo del Toto, pese a jugar un partido el jueves, en el estado de forma en el que está no aprecia el desgaste porque cuando estás en un buen momento no notas el cansancio. La baja de Guidetti le trastocó un poco los planes porque cambió un poco el estilo, pero el Celta siempre encuentra soluciones.
La clave estuvo en que los celestes se dieron cuenta de que el rival estaba pendiente de ellos, que les respetaba sabedores del estado de forma del equipo del Toto, lo que unido al momento de Iago Aspas, a la buena intervención de Sergio en la ocasión del rival, a que Hugo está pletórico, Wass también y a un Radoja continua incansable, decantó la balanza.