El Nieto que Galicia quiso como un hijo

MARTA DE DIOS / PABLO GÓMEZ REDACCIÓN / LA VOZ

DEPORTES

El campeón mundial dejó su sello en las carreras en las que participó en A Coruña, Lugo y Vigo

05 ago 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Galicia quiso a Nieto como un hijo. El gran campeón se sintió en A Coruña, Lugo y Vigo como en casa. Competía y se divertía, tanto si eran pruebas del Campeonato de España como grandes premios internacionales donde apenas era el prestigio lo que estaba en juego.

Secundino Ponte, hijo del que fue presidente de la Peña Motorista Viguesa (organizadora en los setenta del gran premio en la ciudad olívica, valedero para el Nacional) recuerda las exitosas participaciones de Ángel Nieto por el carácter afable y la simpatía del campeón. «Siempre fue muy directo y cercano. Volví a verlo en una conferencia en Balaídos y en Ibiza y no cambió nada. No iba de divo. A mí no se me olvida», rememora.

Ángel Nieto compitió en A Coruña en tres ocasiones en el circuito urbano de Riazor a comienzos de la década de los setenta. El trazado coruñés se le resistía al campeón, que finalmente logró saborear una victoria. El cariño que A Coruña tenía por Nieto fue tal que, con el impulso del Moto Club Coruña, el hotel Atlántico acogió la primera convención nacional de Derbi que sirvió como homenaje al flamante campeón mundial.

Uno de los mitos de este deporte en Galicia, Armando Fojón, entonces directivo y piloto del Moto Club Coruña, recuerda que «a la gente le extrañaba que, siendo campeón del mundo, corriese en pruebas como la de A Coruña, pero él era muy profesional, y movía a las masas». Fojón lo recuerda «impulsivo, listo, dominador de la estrategia en carrera». «Uno de los trucos que más llamaban la atención era cuando se levantaba al final de una recta haciendo ademán de frenar y lo que realmente hacía era dar gas», relata. Fojón coincidió con él en la convención del hotel Atlántico, en el Jarama [junto con Pequecho y Canedo fueron pioneros en este circuito] y en Riazor, donde Ángel Nieto «se las tuvo que ver con las nuevas motos con ruedas de cros». En un trazado tan bacheado, le costó diez vueltas remontar, pero al final, ganó. 

Suspendidas las clases en Lugo

Nieto corrió en Lugo en octubre del 69, llegaba justo después de ganar el Mundial y la expectación que se levantó en la ciudad fue impresionante. «Ese día se suspendieron las clases y la ciudad estaba completamente colapsada. La gente se sentaba con los pies por fuera en el adarve de la Muralla y desde horas antes de que empezase la carrera no cabía un alma por donde pasaba el circuito», recuerda Magín López. En esa zona con casas alrededor de la Muralla y la gente escogía las zonas cercanas a la puerta porque ahí las casas eran más bajas.

El hoy presidente de la Milagrosa tenía entonces 18 años y vivía por la zona de San Roque. Recuerda que en Lugo había «mucho arraigo» en el tema del motor. No había vallas para proteger a los aficionados y en las curvas se ponían unas pacas de paja donde detrás había más aficionados. Nieto ganó en la modalidad de 50 y 125 c. c., pero no volvió a correr en Lugo a pesar de los empeños de los organizadores. A partir de entonces, las carreras dejaron de hacerse alrededor de la Muralla y se trasladaron a O Ceao, pero con la muerte del piloto pontevedrés Fernando Lievidinski (en 1985) la afición se extinguió.

Dositeo Trice tenía un taller de motos en aquella época y hoy regenta el restaurante La Palloza: «La carrera fue preciosa. Vino mucha gente de fuera. Eran unas motos pequeñas, no como las de hoy».

El rifirrafe con Pequecho solventado con una dosis de retranca

Secundino Ponte rescata una anécdota con José Ramallo, Pequecho: «En una entrega de premios en el Liceo de Bouzas, fue a buscarlo por un lance que tuvieron en una curva y Nieto preguntó: '¿Quién es ese Pequeño'?, a lo que Ramallo le contestó: 'Nin que ti foses máis grande ca min'».

«Era muy directo», insiste el hijo del alma máter de los grandes premios vigueses en la década de los setenta. «Yo tenía solo tres años menos que él, que venía a nuestro taller (a pesar de que era de Bultaco y no de Derbi) y a la tienda, como uno más, junto con Santiago Herrero, José Medrano, Ángelo Bergamonti, Grau... Viví todo eso muy de cerca. », describe Ponte.

Dejó la misma sensación en A Coruña, donde Julio Rodríguez le describe como «muy agradable en el trato, a pesar de ser campeón del mundo y dejar claro su alto nivel». «Siempre se acordó de la carrera de A Coruña con humor», destaca el expiloto coruñés.

Homenaje de la Asociación de Grupos Moteros Gallegos

La Asociación de Grupos Moteros Gallegos organizará un homenaje póstumo a Nieto hoy a las 18.50 horas en Fexdega (Vilagarcía), en el transcurso de las actividades del Motoclub 36600 con motivo de su concentración de verano y que se desarrollarán hasta mañana. «El homenaje a Ángel Nieto servirá también para recordar a todos los compañeros caídos en moto», explican desde la asociación.