Mañana persigue en Róterdam su sexto Mundial ITU, pero necesita ganar y que Mola falle
15 sep 2017 . Actualizado a las 19:53 h.Cae la lluvia en Róterdam y Gómez Noya (Basiliea, 1983) espera por la final del Mundial sin ansiedad. Con el orgullo de haber sido campeón mundial de medio ironman 70.3 el domingo pasado; y el objetivo de hacer mañana (TVG2, 12.50) su mejor carrera en Holanda. Después de 1,5 kilómetros a nado (en un trazado a dos giros por los canales), 40 en bici (siete vueltas y pico en un recorrido virado y con gran parte en adoquín) y 10 a pie, la cuenta más simple para ser campeón del Mundo pasa por ganar y que Mario Mola no esté entre los cinco primeros. Difícil, pero no imposible. Gómez Noya tiene 3.361 puntos por 3.701 de Mola y 3.197 del sudafricano Richard Murray. En Budapest, en el 2010, ganó el segundo de sus cinco títulos mundiales sobre esta distancia en un desenlace similar, en el que necesitaba vencer y que Jan Frodeno pinchase.
-El día 3 ganó en Des Moines (Iowa) un triatlón olímpico sin drafting (posibilidad de ir a rueda en bici), el domingo conquistó su segundo Mundial 70.3. Llegó a Róterdam el martes después de un viaje largo. Aunque se ha visto en estas más veces, ¿cómo va de gasolina?
-(Ríe). Adaptarse después de volar de Oeste a Este siempre es más complicado que en el otro sentido. Lo bueno es que estoy mejor que hace un par de días. Pero ha sido un esfuerzo muy grande, con un viaje de por medio y no me siento fresco. He dormido bien, pero me siento cansado y no estoy totalmente adaptado. Pero, paciencia, espero estarlo el sábado y mentalizarme para darlo todo.
-Complete la frase. Si gano el título el sábado será...
-Si gano será el mejor año de mi vida. Pero la situación es complicada. Lo vamos a intentar y salga lo que salga, mi temporada está más que hecha.
-Además de Mola, Alarza, Vicente Hernández y usted, destacados en el Mundial, la federación española convocó a Iván Raña, que está centrado en el ironman, y a Uxío Abuin. ¿Le sorprende?
-Es una decisión del director técnico. Iván tiene mucha experiencia y se ha visto en esta situación mil veces. Si él se ve competitivo, yo estoy encantado de que esté aquí, porque es un buen amigo y me alegro por él. También por Uxío, que llevaba varias carreras sin venir y tiene la oportunidad de rendir en una final. Somos un equipo fuerte.
-¿Pero les indicaron alguna alguna estrategia de equipo? ¿Raña o Abuin jugarán algún papel para alguno de los españoles?
-Eso solo se puede dar una situación muy concreta con todos los españoles juntos en un mismo grupo. Ahí podrían tirar. Pero en otra situación una estrategia beneficiaría a unos y perjudicaría a otros. Iván hará su carrera y en una situación concreta igual echará una mano.
-Su estrategia es clara. Atacar, atacar y atacar.
-Sí, intentaré ser agresivo. Es importante nadar bien porque la natación será incómoda, con mucho viento y oleaje. Luego en la bici, con no caerse ya será un logro porque el circuito tiene muchos giros, adoquín, vías de tranvía... Si ahí sacas ventaja respecto a los rivales, mejor. La estrategia está clara, pero luego a lo mejor no la puedes llevar a cabo. Y correr lo más fuerte posible, claro.
-A Jonny Brownlee también le interesa lo mismo. ¿Hablaron una posible estrategia?
-No hablé con nadie, pero hay cosas que se sobreentienden. Por como han sido los últimos años, a Jonny le interesa atacar, y a Varga, y a Schoeman... Mario prefiere otro tipo de carrera: nadar delante y que no nos escapemos. Aquí nos conocemos todos. Todos sabemos lo que quiere cada uno, pero lo difícil es llevarlo a cabo.
-Ese tipo de circuitos en bici, con tantos giros, se suele decir que no ayuda ni al grupo delantero que quiera abrir hueco, ni al trasero que quiera recortar.
-Beneficia al que no se caiga. Si sale un día con lluvia y viento hay que cruzar los dedos. Hay que estar muy concentrado para no irse al suelo.
-Ha sido crítico con la organización, por eso y por las piscinas y condiciones para entrenar.
-Esta es la carrera más importante del año. Jugarte un Mundial en un circuito donde dependes más de la suerte que de tu buen hacer no me gusta. En Róterdam se podía hacer algo mejor.
-Aunque no gane, puede sumar su décimo Mundial ITU en el podio, algo inédito.
-Es motivante. Defenderlo no va a ser fácil, tengo por detrás tres triatletas muy fuertes y que están acabando muy bien el año (Murray, Alarza y Blummenfelt). Así que defender el podio ya sería muy positivo.
«El objetivo del 2017 ya está logrado, ganar el Mundial 70.3»
Gómez Noya calcó el domingo en el Mundial 70.3 el plan que había trazado. Salvo un matiz. Llegó al medio maratón a pie con más de cuatro minutos de desventaja respecto a Ben Kanute. «Mi idea era estar con Tim Don, Appleton y Tim Reed. Y que si nos cazaba Kienle, no se fuese demasiado. La prueba discurrió como me interesaba, pero no contaba con que Kanute fuese tan fuerte en bici. Así que le dejé ir, debí ser más conservador porque era un suicidio ir con él en un circuito (de 90 kilómetros) tan duro. Así que esperé en bici en el grupo que me convenía, con la preocupación del tiempo que nos pudiese sacar Kanute».
-Pero hizo 1:10.30 en un circuito muy duro.
-Para mí, sí. Por los 300 metros de desnivel. Creo que en un circuito plano habría hecho 1.07. Era el circuito más duro de los que he hecho de media maratón. Como iba Kanute por delante, asumí riesgos.
-Ya tiene dos Mundiales 70.3.
-El principal objetivo del 2017 ya está logrado, ganar el Mundial 70.3, la carrera del fin de semana pasado, la que más había preparado. Ahora, al haber ganado en Dubái y en Chattanooga puedo intentar la triple corona en Baréin en diciembre [con el pleno ganaría un millón de dólares].
-Siempre hablamos de sus cinco Mundiales de distancia olímpica, pero su versatilidad hace que con los dos Mundiales de medio ironman 70.3 y el de X-Terra de triatlón cros, sume ocho.
-Sí, sí. Y tengo otro sub-23. Es más de lo que me imaginaba.
-Después de Róterdam, y hasta competir en Baréin, ¿qué plan tiene?
-Las dos siguientes semanas pararé, entrenaré suave y ya me centraré en Baréin. Apoyaré el Desafío Illas Cíes, pero sin competir porque llevo muchos esfuerzos.