El Nápoles reina en casa

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CIRO FUSCO | EFE

Los de Maurizio Sarri olvidan en liga el pésimo papel en la Champions y consolidan su liderato sin perder un partido

20 nov 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

«Que salga otro. Tenemos que ganar, no empatar». Cuando Ventura mandó calentar a De Rossi, el capitán de la Roma se negó a abandonar el banquillo. Consideró que la solución al atasco de Italia frente a Suecia no pasaba por él, sino por un compañero de selección y rival en la Serie A. Sus gestos apuntaban a Insigne, el atacante del Nápoles cuya suplencia en la vuelta de la repesca del Mundial causó una sorpresa acentuada después por el hecho de que no llegó a saltar al campo. Se quedó sin pasaporte a Rusia el combinado Azzurro, y perdió el cargo su técnico, señalado entre otras cosas por el discutible diseño del equipo. Prescindir del jugador más en forma del equipo más en forma del Calcio resultó un exceso. Y por si alguien no había reparado en el despropósito, el propio Insigne lo señaló días más tarde, consolidando en el liderato al conjunto que dirige Maurizio Sarri.

Marcó el primer tanto de los suyos en el complicado choque frente a un Milan que no acaba de arrancar esta campaña. Fue una diana elegante, resultado de un fenomenal pase al hueco del preciso Jorginho, culminado con un toque suave por encima del todavía jovencísimo Donnarumma. Un tanto importante que el VAR rescató del limbo.

La tecnología acabó resultando decisiva para consolidar el liderato napolitano. En un primer momento, el colegiado anuló la diana ante los titubeos de su asistente, pero la tele aclaró que un zaguero milanés anulaba el fuera de juego. Zielinski dobló la diferencia nuevamente al borde de la posición antirreglamentaria. En su caso, asistido por un Mertens que también ayuda a explicar el fenomenal arranque de los de Sarri, todavía invictos en el campeonato. El belga es, con diez goles, el máximo anotador de la segunda escuadra más productiva de la Serie A, tras la Juve. También es la segunda que menos encaja, solo superada por la sólida Roma de Di Francesco, vencedora, también el sábado, del emocionante derbi frente al Lazio.

Los dos conjuntos de la capital se cuentan entre los perseguidores del Nápoles en una de las ligas más reñidas de los últimos tiempos, en la que esta semana le tocó pinchar a la Vecchia Signora, que marchaba a un solo punto del líder.

Zapata castiga a la Juve

Duván Zapata, que juega en la Sampdoria prestado precisamente por el club que marcha al frente de la tabla, fue quien ajustició a los turineses. El colombiano completó un duelo sensacional y marcó el primero de los tres que sumaron los de casa, antes de que la Juve descontara por dos veces ya en el tiempo extra.

La derrota castigó las rotaciones dispuestas por Allegri, que dejó en el banquillo a Buffon, Alex Sandro y Dybala (una docena de goles acumula ya el argentino) pensando en el choque del miércoles en Champions. Los bianconeri recibirán al Barça necesitados de puntos que los alejen del Sporting de Portugal para asegurar el pase a la siguiente ronda. Una clasificación que tiene muy difícil el Nápoles.

A los de San Paolo les hace falta ganar los dos encuentros que restan y que el Shaktar no logre un solo punto en los suyos. Un milagro que refrende la extraordinaria marcha en el torneo doméstico y alivie a nivel de club la debacle nacional de caer frente a Suecia. Al menos, Sarri sí cuenta con Insigne para la gesta.