El 14 de febrero, cita en el Bernabéu

Xurxo Fernández Fernández
xurxo fernández REDACCIÓN / LA VOZ

DEPORTES

El Real Madrid, vigente campeón, choca en octavos de la Champions con el aspirante más reforzado

12 dic 2017 . Actualizado a las 18:20 h.

Hacia las 22.30, todo habrá terminado. Como en aquel otro San Valentín famoso que limpió de enemigos el Chicago de Capone. La mano inocente de Xabi Alonso emparejó este lunes al Real Madrid con el PSG y obligó a los franceses a rendir visita al Bernabéu en 14 de febrero. «Un reto apasionante», sostuvo el centrocampista metido a celestina cuando le preguntaron acerca del duelo entre millonarios que se librará a dos encuentros; el primero, en la capital de España. El tolosarra acababa de citar a su exequipo (el blanco) con el mayor hueso de entre los que posibles en el bombo de cabezas de serie. Las bolas calientes adelantaron a octavos el cruce entre el vigente campeón y el aspirante al título con mayor chequera.

Más de 400 millones invirtieron este verano los parisinos -180, los de Mbappé, pagaderos el próximo año-. Casi todos destinados a reforzar su delantera, la línea merengue que salió más debilitada del último mercado. Se quedó Zidane sin más alternativa a Benzema que Mayoral o la reubicación de Cristiano. Perdió a Morata. Emery ganó a la estrella del Mónaco y a Neymar. Compró pegada y la ha estado exhibiendo por Europa. 25 goles ha marcado en la Champions en una fase de grupos que compartió con el Anderlecht, el Celtic y el Bayern. 51 acumula en las 17 jornadas transcurridas en la competición gala.

Cavani, el único del tridente ofensivo que ya jugó en París la pasada campaña, es, con 17 tantos, el máximo anotador de las grandes ligas. En el torneo continental, el pichichi defiende al Real Madrid. Cristiano Ronaldo, revalidado la semana pasada como portador del Balón de Oro, ha alcanzado ya las nueve dianas. Apenas hay apartados positivos en la estadística en cuyo top tres no figure el nombre de uno de los dos contendientes, o el de un futbolista enrolado en sus plantillas. Los franceses pasan mucho y bien; nadie chuta más que los madrileños. Neymar es líder en regates; Casemiro, en balones robados por encuentro. Ambos conjuntos partieron en el grupo de favoritos al título, pero solo uno alcanzará los cuartos.

A Zidane le dan margen las últimas orejonas conquistadas. A Emery le condiciona la enorme exigencia del PSG, al que ya no alcanza con los trofeos de andar por casa. Tiene un once envidiable, y un problema cuando se acaba. No hay quien mantenga el nivel del fenomenal Rabiot, llamado a marcar época a toda escala. O el de Verratti; o el del espectacular trío de ataque. O el de la zaga, que alcanzó el último choque de fase de grupos (un bolo frente al Bayern) casi inmaculada.

El Madrid también ha descubierto que, de momento, la segunda unidad no está al nivel de la primera. Las rotaciones no funcionan como el curso pasado. Han encogido los de Zidane, sin más refuerzo que el regreso de los prestados. Queda la esperanza de los dos meses de tregua hasta el 14 de febrero, una cita que además tendrá revancha. El Bernabéu no es Chicago.