Kipchoge: «No creo en los límites»

Colpisa

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FABRIZIO BENSCH | REUTERS

El plusmarquista de maratón reconoce que «el dolor es constante cuando corres», pero recomienda a los atletas aficionados «no pensar en ello»

18 sep 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

«Yo no creo en los límites. Cuando entreno, intento escuchar a mi cuerpo y desafiarlo para sobrepasar barreras en el momento oportuno», aseguró el keniano Eliud Kipchoge tras pulverizar el domingo el récord del mundo de maratón (2 h 1 min 39 s), rebajando en 1:18 la plusmarca que estableció hace cuatro años, también en Berlín, su compatriota Dennis Kimetto.

Después de establecer un tiempo estratosférico, Kipchoge ya se ve capacitado para correr por debajo de las dos horas. «Superar esa barrera no es ninguna ciencia. Simplemente tienes que creer en ello. Necesitas un equipo que crea en ello y en ti, necesitas las zapatillas perfectas y necesitas ser más fuerte que cualquier otro atleta. Entonces todo es posible. Ningún ser humano tiene límites», afirma el flamante plusmarquista mundial en una entrevista exclusiva a Nike, en la que destaca las tres características que se necesitan para correr un maratón: «Entrenamiento continuo y constante, pasión y autodisciplina».

«Por supuesto, el entrenamiento es importante, pero la pasión que pones en ello lo es todavía más. Tienes que creer firmemente en que eres capaz de conseguirlo y de correr esta distancia. Esa es la magia de un maratón», subraya el atleta africano de 33 años para aconsejar a los runners aficionados que se preparan para terminar su primera carrera de 41,195 kilómetros. «Si no tienes tensión, no tienes ninguna posibilidad de acabar una carrera», recuerda Kipchoge, «sorprendido» con la plusmarca que firmó el domingo. «No me esperaba ese tiempo. Sabía que conseguiría un récord del mundo, pero no tan rápido», insistió quien el domingo estaba convencido de que conseguiría el reto «después de los 30 kilómetros». «Mi plan era sencillo: mantener un ritmo alto y correr la primera mitad entre 61 minutos y 61 min 15 s, y lo hice», desveló el maratoniano más rápido de la historia. Kipchoge reconoce que «el dolor es constante cuando corres un maratón», pero también recomienda a los aficionados «no pensar en ello y concentrarse únicamente en la carrera».

El keniano ya se acercó a las dos horas en mayo del 2017, en el reto comercial de Nike en Monza, donde marcó 2 h 25 s, una marca no homologada por la IAAF, ya que el experimento Breaking 2 tenía muchos condicionantes, como el circuito, la hora, la temperatura, la ayuda de un coche y las zapatillas -que hacían efecto palanca-, prohibidas por la Federación Internacional de Atletismo. Entonces Kipchoge acusó el cansancio en la recta final, pero el domingo, en Berlín, sí que realizó «la carrera perfecta». «Fui solo los últimos 17 kilómetros, pero no pensé en ningún momento en el hecho de que iba solo. Simplemente pensaba que tenía que mantener ese ritmo hasta el último kilómetro», destacó. «No pensé en mis competidores en absoluto. Lo único en lo que estaba concentrado era en los parciales que quería correr», apuntó.