Cristiano Ronaldo se asoma a un precipicio en Europa

DEPORTES

JAVIER SORIANO

Brillante en Italia, el acierto de su marcha lo dictará la «orejona», con la Juve tocada. Su ataque de vanidad en Madrid revela su frustración: «Cinco Champions tengo; el Atleti, cero»

22 feb 2019 . Actualizado a las 08:16 h.

Cristiano Ronaldo nunca será tan futbolista como Messi. Jamás tendrá la elegancia de Roger Federer. Tampoco habrá construido una carrera a base de esfuerzo físico y talento como Tiger Woods. Ni desprenderá el carisma de Usain Bolt, ni la educación de Rafa Nadal. Pero, pese a todo de lo que parece presumir y no tiene, Cristiano es uno de los grandes deportistas del primer cuarto de siglo, aunque siga empeñado en manchar su reputación con chiquilladas. El pasado verano lanzó el último órdago (este en serio) al Madrid y, al irse a Turín, dio un vuelco a su carrera que marcará sus últimos años en una liga de primer nivel. Revistió de amor a la historia del club su desembarco en la Juve y revitalizó una Serie A en declive. Desde el 2007 solo aquel Inter de Mourinho ganó la Champions, el único título europeo de un club italiano en la época reciente. Así que el acierto o el error estratégico de abandonar un equipo ganador como el Madrid lo calibrará, sobre todo, la Champions. Y en Europa va camino de estrellarse.

Nuevo en un vestuario desconocido, Cristiano ha conquistado Italia con su ética de trabajo y su disciplina. Y también con su rendimiento. La Juve es líder de la Serie A con 13 puntos de margen sobre el Nápoles. Y su estrella, sin más sombra que la que emite Dybala, retrasado a la media punta para mayor gloria del portugués, responde con 19 goles y 9 asistencias... en Liga. Todo iba rodado hasta que el bombo regaló un cruce con trampa. El Atlético no tiene la jerarquía del Madrid, el City, el Bayern, el Barça ni el PSG, pero empata en los intangibles que se asocian a la competitividad del calcio. Contra ese equipo canchero ahora colmado de millones y talento se estrelló Cristiano el miércoles.

Irrelevante en el Metropolitano, prolonga una atonía impropia en la Champions. Desde aquella noche en que sufrió (más que celebró) la última orejona merengue tras la chilena de Bale en Kiev, vive enfrentado con el torneo. Un gol en sus siete últimos partidos en el torneo.

La crisis complica, sobre todo, una de sus obsesiones para la última etapa de su duelo con Messi: dejar una marca que perdure como el máximo goleador de la historia de la Champions. A sus 34 años Cristiano lleva 122 goles (121+1), por los 106 de Messi, bastante más joven, de 31.

En la carrera por enfrentar rendimientos individuales en un deporte colectivo, Cristiano necesita al menos superar a Messi en goles en la competición fetiche del Madrid, con el que logró 121 goles en Champions.

Y, aunque la Juve no está muerta en Europa, ni tampoco Cristiano, al portugués se le empieza a poner cara de Neymar. Porque su marcha a Turín se va pareciendo a la espantada del brasileño a París. Los goles y títulos en Francia (como en Italia), no compensan su discreto papel en Europa desde que dejó la Liga española.

Un gol en siete citas europeas este curso le frena en su penúltimo pulso con Messi, el pichichi histórico de la Champions

Cristiano exhibió su cara más cutre en dos instantes de su número de escapismo en el Metropolitano. En pleno partido, cuando mostró una manita con cinco dedos, como cinco Champions que ganó entre Mánchester y Madrid. Y luego, recién derrotada la Juve, en un fugaz paso ante los periodistas, cuando jugó otro partido imaginario: «Cinco Champions tengo; el Atleti, cero».

Este curso, cada vez que pisa España, hay revuelo: expulsado en Valencia, desafiante cuando le condenaron a 23 meses de cárcel por delito fiscal («todo perfecto», dijo sonriente al salir de la Audiencia de Madrid) y ahora, de nuevo, provocador.

En el peor momento de la temporada, rescatar el palmarés conseguido con otras dos camisetas fue un ejercicio de nostalgia que dice poco de un fenómeno que debería de estar por encima de cuatro cánticos desde un fondo de un estadio. Mientras, la Juve se aferra a sus opciones en un torneo que no gana desde hace 23 años, el fichaje que le costó 100 millones mira atrás. El fiasco de la ida ante el Atlético se cobró este jueves una caída del valor de las acciones del club en un 11,1%.