Pablo Iglesias, árbitro en Mánchester

Luis Manuel Rodríguez González
Luis M. Rodríguez OURENSE / LA VOZ

DEPORTES

El gallego asoma la cabeza como árbitro en las categorías nacionales de las islas británicas

22 abr 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

El nombre de Pablo Iglesias Cardoso (Pereiro de Aguiar, 1980) sobresale en la lista de los colegiados de la Referee’s Academy inglesa, en concreto en su sede de Manchester, donde ha crecido en el escalafón arbitral hasta tomar parte en torneos como la liga de filiales de la Premier, la Super League femenina o los torneos Under 17 del fútbol de las islas británicas.

Y eso que su desembarco en Londres no fue un camino de rosas: «Me marché a la aventura total, en el 2013, sin amistades y sin nadie conocido. Empecé trabajando en un restaurante, sin contrato. Entonces decidí buscar algo para arbitrar y ganar un dinerillo extra para poder vivir mejor. Busqué en las redes sociales y pude contactar con una liga pirata que se jugaba los sábados y me decidí a empezar».

Pablo ya acumulaba diecisiete años de experiencia como colegiado en Ourense, donde se estrenó como federado cuando tenía catorce, siguiendo los pasos de su padre, Manuel, aún vinculado al comité técnico provincial. Su próximo paso lo llevó a cambiar de ciudad: «Después de año y medio me salió la oportunidad de trabajar en Mánchester, en un hotel, por lo que dejé el arbitraje hasta que me estabilicé en la ciudad. Contacté con la federación de Manchester para sacar la licencia y me pidieron referencias de España. Entonces recibí un gran apoyo la federación gallega y, en especial, de Bernardino González. En poco tiempo me enviaron la documentación, incluso en inglés, lo que me ayudó mucho aquí».

Antes de inscribirlo en la estructura arbitral inglesa, los responsables del estamento calibraron sus aptitudes en un examen teórico y en pruebas físicas que Iglesias define como «idénticas a las que se deben superar en España», añadiéndose el informe redactado en su actuación en un partido de niños: «Después de colegiarme he llegado al nivel de Referee’s Academy. Eso me ha permitido dirigir partidos de los equipos base de los mejores clubes del mundo, tales como Manchester City, United, Liverpool, la selección de Irlanda U12 e incluso un combinado de Nueva Zelanda».

Visiblemente contento se le nota a Pablo Iglesias Cardoso a la hora de recordar citas como la del pasado 16 de abril, cuando dirigió la final de la Copa Federación de Mánchester de juveniles, torneo de nivel nacional, junto al partido que pitará el próximo 3 de mayo: «Los protagonistas de la final de la Premier Division de Manchester han solicitado que arbitre el encuentro, un orgullo tremendo, porque son 250 colegiados los que podían hacerlo y los que han votado se decantaron por un árbitro ourensano». Una buena tarjeta de visita para otro gallego en la diáspora.

«El fútbol inglés es distinto»

En poco tiempo, el ourensano Pablo Iglesias se ha convertido en un ferviente admirador del balompié de las islas británicas.

«El fútbol inglés es distinto a todo, incluso en las categorías de base los árbitros nos presentamos de traje y corbata, es todo muy profesional, aunque se trate de partidos de niños. Y tampoco falta en cualquier categoría un médico y un experto en fisioterapia», explica un colegiado al que también le ha llamado mucho la atención el trato recibido en cada campo: «Falta el día en que me hayan insultado. Hay protestas y te pueden increpar en cualquier partido, pero no se llega a los niveles que he podido vivir en Galicia. Además, hay una protección máxima a los niños. No se les puede enseñar tarjeta roja, como mucho, puedes reprenderlos o acompañarlos para que su entrenador se dirija a ellos».

Y esa valoración es importante en el caso de Pablo, que había estudiado magisterio en Ourense y se ha convertido en profesor de Educación Infantil en Salford, a pocos minutos del estadio de Old Trafford. En ese hábitat, Iglesias Cardoso ha encontrado su ubicación ideal para equilibrar su profesión y el deporte: «Aquí los árbitros no tienen límite de edad, siempre que pases las pruebas físicas. Yo espero optar al ascenso a la National League, porque la verdad es que aquí me va mejor que en España, donde no pasé de la Primera Autonómica. Aún tengo mi oportunidad».