«Esto es lo que quiero hacer y ahí es donde quiero vivir»
DEPORTES
Somos felices. Sentimos la felicidad que sentiría cualquier padre sabiendo que su hijo tiene la oportunidad de regresar a su segunda casa. Que recibe el cariño de los habitantes de una ciudad en la que pretende establecerse cuando su carrera como futbolista llegue al final. Celso retorna al lugar (A Coruña y el Dépor) donde disfrutó de una de sus mejores etapas lejos de Costa Rica, y los Borges Mora somos conscientes de que con este paso cumple su gran deseo. «Esto es lo que quiero hacer y ahí es donde quiero vivir», nos dijo ya hace varios meses. Y tuvo que ver cómo la oportunidad se escapaba cuando ya todo parecía resuelto. Ahora sucede por fin. ¿Qué más da la categoría en que vaya a jugar?
Sé algo de la vida de un futbolista y tengo claro que el rendimiento va estrechamente ligado al factor emocional. No es extraño que los números de Celso fueran especialmente buenos en el Deportivo. Y ahora, después de tanto trajinar, él precisaba un lugar en el que sentirse valorado, verse rodeado de amigos, ser feliz, en definitiva. Hemos pasado estas semanas con los dedos cruzados para que nada se torciera de nuevo y ahora toca celebrarlo. De que él recoja el fruto de lo que se ha labrado con su forma de ser y trabajar, y de que nosotros lo disfrutemos en la distancia.
No es ningún paso atrás. Tampoco, seguro, a los ojos del seleccionador. Lo importante para jugar en un combinado nacional es estar a punto, no bajar el ritmo competitivo, y eso, seguro, no va a suceder. El Dépor le va a exigir a Celso; lo mismo que la Segunda B. Cuando entrenaba en la India tuve oportunidad de enfrentarme a varios conjuntos de esa categoría en pretemporada y apreciar su buen nivel. Habrá seguro campos más estrechos o con el césped en peor estado, adversarios más exigentes en el cuerpo a cuerpo, mayor contundencia, quizá, pero no serán ninguna novedad. Ahí está el bagaje de quince temporadas en distintas canchas y campeonatos para garantizar competitividad. Y la humildad y responsabilidad de la que nos sentimos tan orgullosos en casa. Su otra casa, desde ya.