El ADN Obradoiro

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PACO RODRÍGUEZ

El partido se igualó y se volvió loco hasta el final

11 abr 2021 . Actualizado a las 00:08 h.

Es una victoria de las que pueden valer una permanencia: ADN Obra, para lo bueno y para lo malo. Sobre todo por la forma en la que se consiguió. Casi todo el partido a remolque de un Manresa que viene haciendo muy buen baloncesto.

Fue un duelo con vaivenes y parciales en contra, en donde el equipo tuvo la fe y el coraje suficientes para darle la vuelta. Una primera parte en donde los 11 triples del Manresa, alguno de ellos achacables a malas defensas, y un único triple del Obra dejaban malas sensaciones. Los 49 puntos de los manresanos evidenciaban una defensa falta de concentración.

La vuelta de los vestuarios cambió sobre todo la forma de leer y ver el partido por parte de nuestros jugadores. Llegamos a empatar, pero un nuevo parcial nos llevó al último cuarto con 10 abajo.

Robertson cogió su fusil y en un visto y no visto, apenas dos minutos, el partido se igualó y se volvió loco hasta el final. Cuando parecía que el Manresa lo podía tener en la mano, dos triplazos de Czerapowicz y Robertson igualaron el choque.

Aún lo tuvo el Manresa en una mala defensa de los últimos 12 segundos, pero la suerte le debía alguna este año a nuestro equipo. Si miras las frías estadísticas, es difícil entender como gana este partido el Obra con solo cinco triples, por 16 del rival, perdiendo el rebote y teniendo más pérdidas de balón. El tiro de dos puntos, con 10 canastas más, y un excelente porcentaje, sumado al tiro libre, quizás fue lo que mantuvo al equipo en la pelea hasta el final.

El Obra sigue compitiendo a tirones, pero compite. Este es el mejor aval para un final de liga muy exigente. La victoria, después del «palo» de Fuenlabrada, se me antoja muy curativa para la moral del equipo.

Partido a partido, pero con una cita clave para mí. Será contra el Betis dentro de dos jornadas. Muchas de las opciones de permanencia pasan por ese partido. Quizás la mala noticia sea la lesión de Robertson, que deseamos no sea grave.