La ex campeona de atletismo, recuperada del cáncer, se pone en forma dando largos paseos y cuidando a su nieta
20 abr 2021 . Actualizado a las 05:00 h.Dolores Tasende (A Coruña, 1951) puede presumir de una charla fácil y alegre. Será porque tiene mucho que contar. Atleta internacional, futbolista ocasional, madre y abuela, actriz de teatro y últimamente cantante, Dolores rebosa vida.
-¿Le llaman Lola?
-Dolores. Loli me llamaban en el despacho donde trabajé; Mari me llama mi marido; Lola me llamaban en el teatro y Dolores el resto de la gente. Ya ve que tengo muchos nombres, ja, ja.
-¿Cómo pasa los días?
-Cuidando de la nieta. Casi siempre en casa después de dos años terribles.
-¿Qué le pasó?
-Que tuve dos cánceres. En 2011 tuve uno de mama sin haber estado enferma nunca en 60 años. Y el año pasado, otro en el otro pecho. Y en un cribado me encontraron otro tumor pequeñito en el colon que me tuvieron que extirpar. Pero ya no tomo medicación.
-¿Qué tal se encuentra ahora?
-Ahora bien. La quimio es muy fastidiada, pero se recupera una enseguida. Hago vida normal y me doy paseos por el monte de hora y media.
-Así que ya está en forma.
-Sí, ja, ja. Mis amigas, con las que paseo, ya me dicen: «Frena un poquito».
-Con la nieta, de maravilla, ¿no?
-Sí, ahora es nuestra razón de vivir.
-Usted, que fue atleta del Deportivo, seguirá al club.
-Yo fui atleta, pero a mí, lo que me gusta es el fútbol. Y me da mucha pena cómo está ahora el Dépor. No sé cómo hemos llegado hasta aquí. De unos años atrás, ¡qué diferencia!
-¿Sigue la competición femenina de fútbol?
-No. Lo veo poco. Los partidos del Deportivo cuando los dan. Pero hay mucha diferencia con el Barcelona o el Atlético de Madrid.
-Usted jugaba de pequeña.
-A mí me quisieron llevar a Barcelona. Jugábamos un partido el día de carnaval, de solteras contra casadas. Yo tendría 12 años y metí seis o siete goles, porque la portera rival era una mujer mayor que no se movía. Al día siguiente vino el gerente de Fertiberia que me había visto jugar a hablar con mi padre para llevarme a Barcelona a jugar al fútbol. Pero a mi padre le pareció que era mejor que acabara el Bachillerato.
-Y luego, atletismo.
-Me metió mi hermano. Me dijo: «Ven al estadio, que les vas a ganar a todas». Fui a probar y, efectivamente, empecé ganándoles a todas. Y allí seguí hasta que me casé, fui a la selección y tuve a mis dos hijas. Luego había que viajar mucho, tenía que dejar a las niñas y no era plan.
-¿Es verdad que dejó el fútbol por un incidente con otra jugadora?
-Yo jugué algunos partidos con el Galicia Gaiteira. Me iba bien y metía muchos goles. Pero un día hice una chilena, le di un balonazo a una chica, perdió el conocimiento, me asusté y ya no volví a jugar más. Y es que ya destacaba en atletismo, tenía que entrenar mañana y tarde y no podía hacer tantas cosas.
-Usted era fondista.
-Hacía 1.500 y 3.000. Y cross. En un campeonato que se celebró en San Sebastian, me clasifiqué para el Cross de las Naciones. Fuimos a Madrid, nos hicieron unos trajes y, al final, cuando ya tenía el pasaporte, me dijeron que no iba. Iba a ser la primera gallega en ir a esa competición, pero la federación nacional prefirió llevar a la campeona júnior.
-¡Vaya jugada!
-Sí. A raíz de aquello lo dejé. Pero mi entrenador y el Deportivo me pidieron que volviera y volví. Y en el pabellón de Riazor batí el récord de España de 3.000 metros en pista cubierta. Y desde ahí ya fue cuando me llamaron para la selección.
-Una época bonita.
-Muy bonita. El atletismo entonces estaba en auge. Estaban las gradas llenas.
-Ahora el deporte femenino es muy popular. Pero en su tiempo no tanto. ¿Tuvo algún problema por dedicarse al deporte siendo mujer?
-No. Pero recuerdo ir corriendo por O Portiño y algunas señoriñas en las leiras nos decían: «Se fórades coser...», ja, ja. Yo pensaba: «Ni sé coser, ni me gusta. Y nunca me gustará», ja, ja.
-¿También hace teatro?
-Empecé en Oleiros a partir del primer cáncer. También estoy grabando para TVG un programa que se llama 48 horas antes.
-También. Tengo un cedé grabado y estoy empezando con otro. Está parado por el covid. Se lo he dedicado a mis amigos, porque fue un aluvión. Mucha gente me ha cuidado y me ha mimado.
-Está usted llena de talentos.
-Ja, ja. Tengo muchas virtudes, pero también muchos defectos.
-¿Le ha afectado mucho el covid?
-Vivimos en una casa con una finca y todas las comodidades. Así que no lo estamos pasando tan mal. Eso sí, tuve que bajar casi todas las semanas a Coruña a revisiones.
-¿Cómo diría que es usted en pocas palabras?
-Soy una persona de casa, de familia. Trabajadora y muy de mirar por la familia para que no les falte de nada. Y no me preocupa otra cosa.
-¿Cuál es su lugar favorito?
-Yo estoy muy tranquilita en casa. Soy más feliz arrancando unas hierbas a mis rosas que en el centro comercial, como mis amigas. A mí eso me aburre.
-¿Le gusta bailar?
-Sí. Cuando hay una fiesta, mi marido y yo somos los primeros en salir a bailar.
-De pequeña sería terrible.
-Me llamaban Pirucho porque jugaba a los juegos de los niños. Si había partido de fútbol alguno decía: «Se xoga Maruxiña eu non xogo, que perdemos». Manolo Rivas escribió de mí: «Despois dela chegou Messi», ja, ja.
-Dígame una canción.
-La que abre mi siguiente cedé: «A mis amigos», de Alberto Cortez.
-¿Qué es lo más importante en la vida?
-La familia. Siempre.