Los insultos homófobos a Cristiano que demuestran lo mucho que debe avanzar el fútbol

Pedro Campos COLPISA

DEPORTES

DPA vía Europa Press

Los casos de homofobia han ocurrido con deportistas de distintas modalidades y en algunos de ellos se han llevado por delante las carreras e incluso la vida

16 jun 2021 . Actualizado a las 20:03 h.

El estadio Puskas Arena estaba a rebosar el martes. Y desde las gradas se eligió una víctima. Varias veces se pudieron escuchar cánticos de «Cristiano, homosexual». El delantero de la Juve festejó sus goles ajeno a los insultos, que llegaron justo el día que el Parlamento húngaro aprobaba con 157 votos a favor y uno en contra una normativa que prohibe hablar de homosexualidad en los programas escolares. No es la primera vez que el crack portugués tiene que soportar tales ofensas.

En su época en España también lo vivió en algunos campos. Los casos de homofobia han ocurrido con deportistas de distintas modalidades y en algunos de ellos se han llevado por delante las carreras e incluso la vida. Así ocurrió con Justin Fashanu. Fue el primer futbolista que anunció su homosexualidad. Lo hizo en la portada del periódico The Sun en 1990. Desde ese momento, sus compañeros y las gradas de los estadios que visitaba no cesaron de insultarle. Hasta su entrenador en el Nottingham Forest le llamó «maricón». Se quitó la vida.

El mexicano Julio César Zúñiga fue asesinado de ocho disparos en el 2017 por ser homosexual. Emerson Sheik, del Corinthians, subió a Instagram una foto besando en la boca a un amigo y sus propios aficionados lo recibieron con pancartas que decían: «Vete a besar a la puta que te parió» y «este es un lugar de hombres». En España, Míchel en los años 80, Guardiola en los 90, Guti en el 2000 y Cristiano en la década pasada han sido los paradigmas. El PSOE registró una proposición no de ley en la que instaba al Gobierno a hacer un esfuerzo para erradicar los comportamientos contra la libertad sexual en el ámbito deportivo. Pedía que se interrumpieran los eventos en los que se produjeran actos de homofobia. Así ocurrió en Francia en un Niza-Olympique de Marsella, donde el árbitro paró el choque por gritos y pancartas homófobas. Hay referentes en el fútbol que no han ayudado. Fabio Capello dijo en el 2015: «El fútbol no es para mariquitas». O Iván Rakitic, en el 2012: «Respeto a los homosexuales, pero no quiero a ese gente en el vestuario». El colegiado andaluz Jesús Tomillero no soportó los ataques en los campos y abandonó el arbitraje. Dos futbolistas del Depor, Patricia Curbelo y Teresa Abelleira, hablaron de su relación para La Voz: «Pobres las otras jugadoras» o «qué asquerosidad» fueron algunas de las lindezas que recibieron. Borja Iglesias, delantero del Betis, publicó una foto con las uñas pintadas de negro. Protestaba contra el racismo. «Maricones en mi equipo no, gracias» o «Rescisión y que se vaya al Sevilla», fueron algunos de los ataques que recibió.