Bolboretas rosas, volar en el mar sobre un dragón

Juan Carlos Rodríguez

DEPORTES

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Voluntarias que han superado un cáncer de mama se unen en un proyecto global

28 jun 2021 . Actualizado a las 17:48 h.

Cualquier mujer que haya superado el tratamiento de un cáncer de mama, incluso al término del mismo, sabe que es muy corriente caer en largos períodos de depresión, inseguridad, ansiedad u otro lastre mental; se pierde la relación con el cirujano o terapeuta y toca enfrentarse a la cotidiana realidad.

En este sentido, la actividad física queda sustancialmente limitada y las pautas a seguir son muy conservadoras. Todo ello llevó, en 1995, al doctor canadiense Don Mckenzie, médico del Deporte y profesor universitario en Vancouver, a revisar la recuperación física después de una cirugía y terapia, sobre todo, en el brazo del lado operado, ya que provocaría molestias profundas en todo el miembro, es decir, linfedema, y de complicada solución. Mckenzie elaboró un programa de remo en Dragon Boat con un grupo de voluntarias, dado que él era médico también del equipo de remo, a las que se les recomendó nula actividad física de carácter repetitivo con el tren superior.

Pues bien, al final del estudio, ninguna de las participantes había desarrollado linfedema, por lo que todas las mujeres motivaron a Mckenzie para mantener la actividad, impulsando un auténtico movimiento en el ámbito mundial. De las 24 mujeres de la tripulación original en 1995, 22 seguían vivas en el 2018, según el doctor Arriaza, verdadero artífice de este proyecto en A Coruña; «y siguen remando».

Tasa de lesiones menor

Rafael Arriaza nos transmite su ilusión y alta motivación con el proyecto de las Bolboretas Rosas, así denominado por él y su equipo, que cuenta con dos ginecólogas y un remero del INEF. «El remo en Dragon Boat es un ejercicio ideal, no se realiza en carga y no hay gestos bruscos, por lo que la tasa de lesiones es menor que en muchas otras actividades deportivas. Aunque es seguro, una vez que se domina la técnica, las remeras que lo practican pueden reclutar una cantidad importante de grandes músculos y generar también respuestas cardiovasculares positivas. Se utilizan de manera predominante los grupos musculares de los miembros superiores y del tronco, y al mejorarlos, se tiene rápidamente una mejora en la capacidad para llevar a cabo actividades de la vida cotidiana», señala el galeno.

Experiencia lúdica

Arriaza insiste en que la intensidad del entrenamiento puede regularse con facilidad, «simplemente paleando con más o menos fuerza, lo que permite que mujeres con edades y niveles de forma física muy diferentes puedan palear juntas», explica. Además, añade el traumatólogo, el remo en Dragon Boat «es un deporte de equipo (de tripulación), que provoca un sentimiento de cohesión muy determinante. Al emplear tripulaciones de veinte remeras, permite trabajar a la vez con grupos numerosos de mujeres. Y, por encima de todo, como ya nos han dicho todas ellas, el Dragon Boat es una experiencia divertida en la que han disfrutado desde el primer día que lo hacen. En ella, también, una actúa de timonera y otra toca el tambor mientras marca el ritmo de la palada».

Bautismo de mar en el Club Marítimo de Oza O Puntal y trabajo físico en el CSC

El plan del doctor Mckenzie, punto de partida del proyecto coruñés, ha motivado el bautismo de mar de las Bolboretas en la dársena y playa de Oza el pasado 12 de este mes, con dos Dragon Boat cedidos por la Secretaría Xeral para O Deporte, permaneciendo una de ellas en el Club Marítimo de Oza O Puntal, sede de la actividad de las Bolboretas Rosas y club colaborador. A este acto asistió el delegado de la Xunta, Gonzalo Trenor, la concelleira de Deportes, Mónica Martínez, y el responsable del servicio provincial de Deportes de la Xunta, Roberto García.

Paralelamente, y cuando las condiciones de mar no permiten la salida, se ejecuta un trabajo físico adaptado en el gimnasio CSC, e incluso las mujeres participantes disponen de una tabla de ejercicios específicos para ejecutar también desde su casa. «Hemos establecido estas tareas de manera que resulten sencillas de ejecutar, llegando a un nivel más exigente con el tiempo y, lógicamente, enfocadas a la mejora física global, pero, sobre todo, de la musculatura que se emplea en el Dragon, a la par que los ejercicios buscan hacer más eficiente el gesto de la palada en el mar», manifiesta Arriaza.

Participación

Además de O Puntal, la Secretaría Xeral para o Deporte, la Autoridad Portuaria de A Coruña y el CSC, impulsa esta actividad la cátedra HM de Traumatología del Deporte. Cualquier mujer puede sumarse a esta actividad remitiendo un correo electrónico a la dirección: bolboretasrosas@gmail.com.

Festival

Finalmente, nos comenta el traumatólogo coruñés: «Cada dos años, las mujeres que han pasado por un cáncer de mama y que reman en Dragon Boat se reúnen en un gran festival; compiten, disfrutan, se juntan con amigas y familiares, y hacen un recorrido especial. También las tripulaciones se mezclan, para demostrar que la victoria más importante es seguir ahí y apoyarse mutuamente. El último fue en el 2018, ya que en el 2020 no pudo celebrarse. ¡3500 mujeres vestidas de rosa y con sus palas de Dragon tomaron Florencia!».

El próximo reto será ver volar a las Bolboretas desde la dársena de Oza y su playa para participar en la BCS (Brest Cancer Survivors, o superviviente de cáncer de mama) y cualquiera de sus pruebas internacionales.