Carlos Arévalo y Antía Jácome pasan a sus finales en Tokio

Paulo Alonso Lois
Paulo Alonso ENVIADO ESPECIAL A TOKIO

DEPORTES

YARA NARDI

El palista de Betanzos logró el tercer puesto en su semifinal, a menos de una décima del vencedor, mientras que Saúl Craviotto peleará por igualar el récord de cinco medallas en los Juegos de David Cal

05 ago 2021 . Actualizado a las 02:55 h.

Carlos Arévalo peleará este jueves por las medallas del K1 200 de los Juegos de Tokio. El palista de Betanzos, un torbellino, pasó a la manga definitiva de esta misma mañana (4.35) con holgura. Terminó tercero (35.171), a menos de una décima del vencedor de su regata, el húngaro Sandor Totka (35.114), y a tres centésimas del italiano Manfredi Rizza. También sigue adelante, aunque con un registro más discreto, el cuatro veces medallista olímpico Saúl Craviotto (35.934). El palista catalán persigue igualar hoy el récord español de podios en los Juegos, que está en manos de David Cal, con cinco metales entre Atenas 2004 y Londres 2012. 

Paleando por la calle 6, lanzando su kayak amarillo con una frecuencia de 167 paldas por minuto, Arévalo salió entre los mejores y ya no dejó la cabeza de la semifinal. El palista de Betanzos ya había conseguido los mejores tiempos en los selectivos realizados por la Federación Española de Piragüismo para confeccionar el K4 500 y elegir los representantes españoles en el K1 200. 

En la primera semifinal, el húngaro Kolos Csizmadia marcó territorio con el mejor tiempo (35.099), seguido por el británico Liam Heath (35.108) y por el sueco Peter Menning (35.149). El letón Robert Akmens terminó cuarto (35.688). 

Antía Jácome, por lo menos diploma olímpico

La pontevedresa Antía Jácome consiguió este jueves una brillante clasificación para la final de C1 200. Con solo 21 años y en sus primeros Juegos, finalizó cuarta en su semifinal, después de una regata en la que siempre ocupó puestos delanteros. Esta misma mañana competirá por las medallas (4.57), pero ya tiene clasificado el diploma olímpico por su puesto de finalista. 

Jácome paleó por la calle 7, desde la que imprimió un ritmo de 89 paladas por minuto para asegurarse el mejor resultado de su trayectoria hasta el momento.