Chris Ramos dice adiós al Lugo y se marcha al Cádiz: «Un trozo de mi corazón se queda aquí»

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Chris Ramos se despidió del club y de la afición del Lugo.
Chris Ramos se despidió del club y de la afición del Lugo. ALBERTO LÓPEZ

El club, en claro riesgo de descenso, ha vendido por unos dos millones de euros a su mejor jugador. «Si algún vestuario puede soportar lo que está viviendo el equipo, es este», dice Ramos

01 feb 2023 . Actualizado a las 13:37 h.

El terremoto institucional y deportivo en el que está instalado el Club Deportivo Lugo se hizo patente este miércoles en la sala de prensa. Chris Ramos y Carlos Pita, jugador estrella y director deportivo, se despidieron del club en el que es su peor momento de la última década, abocado al descenso y sin encontrar un atisbo de estabilidad dentro o fuera del campo. 

El primero en despedirse este miércoles fue Chris Ramos, nuevo jugador del Cádiz. El delantero cerró su etapa este miércoles en el Lugo con una rueda de prensa de despedida después de tres años «increíbles» en el conjunto gallego para firmar por el club de su ciudad y de su corazón en una «oportunidad que no podía dejar pasar» y con la que cumple «un sueño».

«Ahora empieza una etapa nueva en mi vida que afronto con la mayor ilusión y en la que espero y sé que voy a ser muy feliz. Es un sueño desde chico. Soy de Cádiz, soy cadista, imagínate jugar en el equipo de tu vida y en Primera. Soy el más feliz del mundo», comentó en una comparecencia en el Ángel Carro.

El jugador andaluz, que anotó siete goles en la primera parte de la temporada, dijo que «no podía dejar pasar esta oportunidad» que se le presentó y por eso le pidió al presidente, Tino Saqués, que «hiciera un esfuerzo» y gracias a eso pudo conseguir su «sueño». «Es el club de mi tierra, el de mi vida», señaló sobre el Cádiz, en el que se reencontrará con Sergio González, quien le entrenó en el Valladolid.

Abandona un club en un momento difícil

Ramos, que se comprometió con el Cádiz hasta 2028, aseguró que vive «un momento muy feliz» en su vida, pero «también triste porque más que un club» abandona «una familia». «He sido muy feliz. Compañeros, cuerpo técnico, fisios, utileros, directiva, todos los empleados se han portado genial conmigo y me han hecho la vida más fácil y crecer como futbolista y persona», valoró.

El delantero afirmó que los años que pasó en el Lugo «fueron increíbles» y comentó que estará «eternamente agradecido tanto al club como a la afición». «El cariño que me dieron fue increíble, recibí desde el primer día muestras de cariño de los aficionados, de los niños. Me llevo grandísimas personas, grandes amigos y amistades», comentó.

Fe en la salvación

Ramos consideró que «un trozo bastante grande de mi corazón se queda en Lugo» y lanzó un mensaje de optimismo para el equipo rojiblanco, penúltimo clasificado en Segunda División, que ha cambiado de entrenador y en el que tampoco continúa el director deportivo.

«Si algún vestuario en esta categoría puede soportar lo que está viviendo el club es este. Está preparado para salir de este bache. No tengo duda de que la situación se va a revertir y el club va a estar donde se merece otro año más demostrándolo», declaró.