Un numeroso grupo de incondicionales y los padres del atleta mariñano siguieron la prueba de Tokio en una pantalla gigante instalada en el salón de usos múltiples del Concello
17 sep 2025 . Actualizado a las 19:17 h.Viveiro respondió a la llamada de Adrián Ben y, a pesar del día y de la hora, un centenar de vecinos se reunieron en el salón de usos múltiples del Concello para presenciar la carrera de su vecino en la final de los 1.500 metros del Campeonato del Mundo de Tokio a través de una pantalla gigante.
El numeroso grupo de incondicionales, formado por niños y niñas de corta edad, jóvenes y adultos, vibró con la prueba arropando asimismo a la familia del atleta viveirense, en la que en esta ocasión no pudo estar la hermana, Ana, instalada ya en Santiago para afrontar el curso universitario. La más nerviosa de todo el auditorio, sin ninguna duda, la madre del campeón vivierense, María José Montenegro, que desde media hora antes de la hora fijada para el inicio de la final no paró de moverse entre el salón y el exterior.
Familiares, amigos, exentrenadores y seguidores de Adrián Ben contuvieron la respiración en las primeras vueltas, empujaron al atleta viveirense con sus aplausos en el giro definitivo y, aunque hubo un pequeño atisbo de desilusión al ver que se esfumaban las opciones de que el mariñano regresase de Tokio con medalla, terminaron la carrera ofreciendo una cerrada ovación de reconocimiento al mérito de su vecino, que volvía a lograr un puesto de finalista en un cita al más alto nivel.