En el conjunto culé no entienden que forzara para jugar con Polonia pese a tener molestias y congelan su renovación
16 oct 2025 . Actualizado a las 17:24 h.La relación del Barcelona y Robert Lewandowski no pasa por su mejor momento. Pese a que la temporada pasada el punta polaco firmó un gran curso, con 42 goles incluidos entre todas las competiciones, lo cierto es que en la planta noble del club culé andan con la mosca detrás de la oreja después de que el jugador forzara para estar con su selección pese a tener molestias. Lewandowski ha vuelto lesionado y eso complica aún más una renovación que se ha congelado a la espera de nuevos acontecimientos.
Y es que en el Barça son conscientes de que quizá ha llegado el momento de dar entrada a savia nueva en el ataque. Lo sabe Hansi Flick, que poco a poco ha ido concediendo ese espacio en la punta de lanza a Ferran Torres, y lo saben también en las altas esferas, donde no ha sentado nada bien la torpeza del ex del Bayern. Lewandowski jugó los 90 minutos contra Lituania, una imprudencia a poco más de una semana del clásico y una imprudencia todavía mayor a tenor de unas molestias que sintió el jugador y que no le impidieron forzar pese a lucir un aparatoso vendaje en la pierna izquierda.
Esta lesión acentúa aún más la incertidumbre que vive Lewandowski en el club culé desde que empezara la temporada. Comenzó con problemas en la espalda que le impidieron entrenar con normalidad, perdió su sitio en el once en favor de Ferran Torres y desde entonces lleva luchando con unas molestias que no le han permitido rendir a su mejor nivel. Solo ha sido titular en tres partidos de Liga y apenas ha jugado 431 minutos entre todas las competiciones, siendo además uno de los jugadores más señalados tras la dolorosa derrota antes del parón en el Ramón Sánchez Pizjuán después de fallar un penalti.
Una renovación en el aire
Todas estas cifras hacen que en la planta noble ya valoren la posibilidad de buscar cuanto antes un relevo de cara a la temporada que viene. Lewandowski tiene ya 37 años, suma veinte en la élite desde que debutara en el Delta Varsovia, y tiene todavía un contrato de 26 millones de euros anuales brutos. Esa cifra pesa para una Dirección Deportiva que debe decidir en los próximos meses si amplía el contrato que tiene hasta junio del 2026 o empieza a allanar el camino hacia una hipotética salida. Sus reiteradas suplencias y la situación vivida durante este parón de selecciones pueden ser determinantes de cara al adiós de uno de los delanteros más eficaces de la historia reciente del Barça.