El expresidente de la federación se lanzó a por el atacante y, posteriormente, desveló: «La suerte es que me han parado. No sé si tenía un arma o algo»
13 nov 2025 . Actualizado a las 21:24 h.Luis Rubiales, expresidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), fue atacado durante el acto de presentación de su libro Matar a Rubiales, que tuvo lugar este jueves en Madrid, por un hombre que le tiró varios huevos y que, según han confirmado fuentes policiales, es su propio tío.
Al grito de «sinvergüenza», esta persona, identificada como Luis Rubén Rubiales y que según dichas fuentes es el hermano pequeño del padre del expresidente de la RFEF, irrumpió en el acto y lanzó tres huevos, dos de los cuales pudo esquivar y un tercero que le impactó en la espalda. El atacante fue reducido, sacado de la sala y posteriormente detenido.
Rubiales, que se lanzó a por el atacante y fue parado por asistentes al acto, explicó después por qué intentó defenderse. «La suerte es que me han parado. No sé si tenía un arma o algo. He visto a una mujer embarazada con dos niños pequeños. He pensado en los niños. Si llego a cogerlo estaríamos ahora en otra situación. Me he asustado mucho. Son amigos míos. Todos nos hemos criado juntos y me he asustado mucho. Que me tiren huevos me da igual», destacó.
Poco después aseguró que «estoy fuerte, muy bien. A mí estos cobardes no me importan lo más mínimo». El expresidente, más tranquilo, confesó que «se demuestran con estas acciones quienes son los intolerantes» y celebró el recibimiento que está teniendo el libro porque «eso es que la gente empieza a no creerse las noticias falsas». Junto a Rubiales, además del editor del libro Gonzalo Sichar, estuvieron algunos de sus antiguos colaboradores, como Andreu Camps y Tomás González.
Rubiales presentaba este jueves en Madrid su libro, en el que repasa su gestión al frente de la RFEF y da su versión sobre lo ocurrido en la final del Mundial femenino del 2023 con la jugadora internacional Jennifer Hermoso, a la que besó sin su consentimiento en el momento de la celebración del título conseguido por España.
Esto acabó desencadenando su dimisión al ser suspendido por la FIFA y, posteriormente, fue condenado por agresión sexual.