«En la misión de Mali no cambiará el cometido, pero será más voluminosa»

Alfredo López Penide
López Penide PONTEVEDRA / LA VOZ

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Los despliegues en Mali y el Líbano «son una responsabilidad enorme y un reto, pero también una ilusión»

20 ago 2017 . Actualizado a las 11:57 h.

Inmersa en plena campaña Centinela Gallego contra la lacra de los incendios forestales, su máximo responsable, el general Antonio Romero Losada (La Línea de la Concepción 1963), reconoce que las miradas de sus militares se dirigen hacia el suelo, porque «en el cielo podemos hacer más bien poco». «Nuestra misión es de vigilancia independientemente del riesgo que haya», remarca, al tiempo que insiste en que su objetivo es «dar una alerta temprana ante un incendio o ante actitudes sospechosas de delincuentes que puedan intentar quemar el monte. Vamos a poner el mismo empeño tanto si llueve como si no».

-Me imagino que ya le habrá tomado el pulso a la brigada.

-Sí, la verdad es que sí. En el tiempo que llevo ya he podido comprobar lo que es esta brigada y hace honor a lo que pensaba y a la fama que le precede. Es una unidad muy buena, muy cohesionada. Sobre todo basan esa cohesión en la estabilidad del personal de tropa y de cuadro de mando que llevan mucho tiempo, con lo cual es una unidad con mucha solera.

-Por lo que ha tenido ocasión de comprobar, ¿qué diferencia a la Brilat de otras unidades?

-La verdad es que la diferencia no es mucha porque, hoy en día, con el ejército profesional la tropa se mueve por todas las unidades y no hay una gran diferencia. Quizás, yo resaltaría la cohesión, como ya he dicho antes.

-¿Cómo se puede explicar el proceso de pasar de ser una brigada aerotransportable a otra operativa polivalente?

-El proceso realmente no ha sido un cambio muy profundo. Básicamente, son nuevos medios que han llegado y nos han obligado a adaptar ciertas instalaciones, a adaptar la formación de nuestro personal, tanto en el aspecto táctico y de procedimientos como en el de mantenimiento. Hemos tenido que formar a nuestros propios especialistas para el mantenimiento de los nuevos medios.

-¿Cómo está siendo la cohesión con la nueva unidad de caballería que se incorporó a finales del 2016?

-Muy buena, a pesar de la distancia. La unidad de caballería está en Valladolid y nosotros, en Pontevedra, pero la cohesión y la interacción es magnífica.

-Durante su mando, la brigada va a volver a escenarios internacionales. ¿Supone un reto o una mayor responsabilidad?

-Las dos cosas. Es una responsabilidad enorme y un reto, pero también es una ilusión. Es un reto para todos y mantiene vivo al personal porque todo el mundo quiere participar en este tipo de operaciones. Es una ilusión muy grande, nos motiva mucho y eso contribuye a la formación y a la preparación de la brigada.

-Están confirmadas, ¿no?

-Están ya dentro de los planes oficiales del Ejército. Estos contemplan ahora mismo ir a operaciones en noviembre del 2018 al Líbano y Mali, pero queda mucho tiempo y, claro, esos planes pueden cambiar.

-Son dos misiones muy diferentes. En Mali se está adiestrando a su ejército, que está en primera línea contra el yihadismo, y la del Líbano es para mantener los acuerdos internacionales. ¿Esto influye en la preparación?

-Sí, claro. Incluso, influye en los medios que vamos a llevar a cada una de las zonas. Influye bastante. Una vez entremos en el tiempo oportuno para hacer el entrenamiento específico, cada contingente se dedicará a preparar sus cometidos específicos, que son sustancialmente distintos.

-Al ser despliegues simultáneos, ¿tienen una mayor complejidad?

-No, precisamente lo hacen así para que nos faciliten muchos las cosas. Para nosotros es mucho más fácil si tenemos que mandar gente fuera, mandarlo todo de una vez y dejar la brigada, por así decirlo, medio desmontada durante seis meses que no mandar ahora una parte y luego otra, y estar siempre a medias. Es preferible hacerlo todo junto.

-¿Habrá algún cambio sustancial?

-Seguramente la de Mali será más voluminosa. No cambiará lo que es el cometido, pero será más voluminosa.

-¿Está relacionado con una mayor preocupación frente a las acciones terroristas?

-No, yo no creo que tenga que ver. Entra dentro de los planes de la Unión Europea, quiere aumentar esa misión y no creo que entre dentro de un plan de lucha contra el terrorismo.

«Estamos al mismo nivel que cualquier ejército de nuestro entorno»

Transcurrido casi un cuarto de siglo desde su primera misión internacional, el general Romero Losada reconoce que, desde entonces, «no han cambiado mucho en su esencia, pero sí que lo ha hecho nuestra preparación. En las primeras, éramos nuevos, no teníamos la formación de hoy, ni la experiencia. En la actualidad, el Ejército tiene una gran experiencia en este tipo de misiones».

-Me imagino que esto garantiza una mayor seguridad.

-Sí. Creo que el Ejército ha sido capaz de demostrar, a lo largo de estos años, que es capaz de hacerlo muy bien y de estar al mismo nivel que cualquier ejército de nuestro entorno. Eso nos da una seguridad que al principio, digamos, era una incógnita. Luego, cada misión tiene lo suyo. Fueron surgiendo nuevos escenarios estratégicos, cada despliegue tiene sus peculiaridades y el ejército sabe adaptarse a lo que se necesita en cada momento.

-¿Hay algo que le haya sorprendido de Pontevedra?

-No. Gratamente me pueden sorprender las buenas relaciones que hay con las autoridades locales, pero es algo que ya sabía, y la integración que tiene la brigada en la sociedad pontevedresa y las instituciones es magnífica. Simplemente he tenido la oportunidad de constatar lo que ya sabía.

-¿Y la climatología?

-Pensaba que iba a hacer peor. Estos meses han sido muy buenos. En este aspecto, sí me ha sorprendido.

-¿Qué echa de menos de su tierra?

--Los militares cuando llegamos a esta edad no echamos de menos nada, no somos de ningún sitio. Soy andaluz, pero salí de casa con 17 años y nunca he estado destinado por allí. He estado años en Canarias, Valencia, Madrid, Almería… La verdad es que ya no somos de ningún lado. No echo de menos nada, cuando quiera que llego me adapto. Estamos acostumbrados a esto y me he adaptado a aquí muy bien.