La gran ilusiñón de Toño Lafuente con camiseta del Cisne

La Voz

DEZA

Ramon Leiro

13 mar 2020 . Actualizado a las 21:24 h.

A sus 40 años, Toño Lafuente ha decido regresar al equipo de su vida. Tuvo una etapa en el Lalinense hace un par de años. El jugador había optado por dejar el deporte competitivo, pero la necesidad del Cisne Colegio Los Sauces de encontrar un sustituto para el lesionado Juanjo Novás le ha hecho regresar a las pistas tres años después de abandonar la disciplina blanca.

El panorama en el Cisne es muy diferente ahora con respecto a cuando abandonó el club. Lafuente jugó su último partido con el equipo pontevedrés en una campaña en la que los blancos lograron el objetivo de la permanencia de manera holgada y sin mayores pretensiones que las de asegurar su plaza en la segunda categoría nacional.

Su regreso confirmado esta semana se produce en unas circunstancias muy diferentes. El viento sopla en otra dirección para el Cisne. El club y Toño Lafuente ya sueñan con los cantos de sirena de Asobal. El jugador ha firmado únicamente por los últimos diez partidos que restan de competición pero su sueño, que es del club, hacen que su cabeza se dispare.

Con la risa nerviosa propia del que sueña con algo que no quiere decir en voz alta por si no se cumple, el veterano guardameta no esconde su ilusión de jugar en Asobal con el Cisne. «No puedo decir nunca que no. Hace tres años decía que era la retirada, me sacaban del pabellón llorando, y ahora estoy de vuelta con la ilusión de esta temporada. Tendría que barajarlo mucho, el trabajo, la familia... no lo sé».

El jugador se da motivos para descartarse mientras, al mismo tiempo, pone en la balanza otros que pueden permitirle conciliar deporte y vida laboral y familiar. «Se rumorea que el año que viene en Asobal solo se va a jugar los sábados. Igual por debutar en Asobal y decir que he jugado en todas las categorías del balonmano español con el Cisne, desde territoriales hasta Asobal», comenta Toño ilusionado antes de regresar al realismo. «No me planteo ese objetivo de momento. Voy a estar 10 partidos y después ya se verá», concluye .

Ciñéndonos a lo que le espera a corto plazo, el jugador se encontraba en buen estado de forma mucho antes de regresar a los entrenamientos hace una semanas. «Lo que es aeróbicamente voy muy bien, con la bicicleta voy sobrado. Pero el balonmano es distinto, sobre todo la posición, la intensidad o los pequeños movimientos. En los primeros entrenamientos con el Cisne veía pasar la pelota tan rápido que piensas que igual no estás tan para echar una mano como creías. Pero al final, a base de entrenar, te acostumbras otra vez. Cada día me encuentro mejor», reconoce el cancerbero sobre sus primeras sesiones de entrenamiento bajo las órdenes de Jabato.

Como compañero en la portería blanca Toño tendrá a una de la sensaciones de la temporada en División de Honor Plata, un Villamarín al que podrá dar minutos de descanso. «Yo voy a apoyar a Villa, está a un nivel estratosférico. Si el Cisne está arriba es gracias al trabajo de la defensa y de Villamarín aportando paradas. Yo voy a echarle una mano en los entrenamientos y para ayudarle en los partidos. Si, ojalá no pase, él esté mal en algún partido tendré que salir e intentar aportar», comentó acerca de su compañero.

Segundo regreso a las pistas

El ritmo de competición no lo tiene olvidado de todas formas, pues Lafuente ya había descolgado su camiseta de portero la temporada pasada para ayuda al BM Chapela, con quien tuvo partidos en liga Nacional durante cuatro meses de competición.

El calendario había querido que la fecha de su regreso al Cisne se produjese en pleno derbi con el Teucro, pero el parón liguero tendrá que retrasarlo todo al menos dos semanas más.