La política resulta sumamente cortoplacista, pegada a ese ritmo de vida frenético, a golpe de tuit, a la samba de las redes sociales. A nadie parece importar el trasfondo, el contexto, la realidad que se esconde tras grandes anuncios. Principalmente porque no interesa, en ocasiones porque más que sacar rédito puede generar crítica. Y en el revuelto panorama actual, con la amnistía acaparando el protagonismo, hay asuntos en esos acuerdos que promueve el PSOE que han puesto el foco también en Deza por las anunciadas rebajas —a los usuarios habituales— del abusivo peaje de la AP-53.
Pero las tarifas no aptas para casi ningún bolsillo para viajar desde Lalín a Santiago o viceversa las llevamos padeciendo ya muchos años. Ni los gobiernos del PP ni los del PSOE en Madrid adoptaron medidas para paliar ese precio o alguna alternativa aún más ambiciosa, como la cesión a la Xunta. Solo sirvió como caballo de batalla contra los intereses del enemigo, fuese quien fuese en ese momento, entre los dos partidos mayoritarios y con el BNG de «invitado», tanto en concellos como en la Xunta o el Congreso de los Diputados.
El acuerdo programático entre PSOE y BNG para la posible investidura de Pedro Sánchez de nuevo como presidente del Gobierno incluye rebajas para la AP-53 como las de la AP-9, que en buena parte ya se habían implantado en esta segunda autopista. Los socialistas se adelantaron en la carrera autonómica y acudió este martes su candidato a la Xunta, José Ramón Gómez Besteiro, a Silleda para congratularse de la anunciada medida. Toca recordar, por no ser cortoplacista, que iba ya en el acuerdo de ambas formaciones del 2020. ¿Entonces por qué no se activó en estos tres años transcurridos?.
Al BNG la pretensión socialista de enarbolar la bandera de esa rebaja no parece haberle gustado demasiado. Eso trasluce el comunicado rubricado ayer por el responsable comarcal de la formación nacionalista, Xoán Blanco, además de la visita hoy de la candidata de facto a la Xunta, Ana Pontón. Blanco defiende que fue el Bloque el que consiguió esa reducción de tarifas histórica para la AP-53. «Está ben que o PSOE recoñeza a necesidade e oportunidade da medida, e, posiblemente, no futuro tamén o PP asuma esta solución, pero a ninguén se lle escapa que sen a capacidade decisiva do BNG para a investidura de Pedro Sánchez esta reivindicación quedaría no caixón, coma quedou tantas veces cos gobernos do PP e PSOE en Madrid», reflexiona Xoán Blanco con perspectiva hacia el pasado. Incluso felicitan a los socialistas «por rectificar» no sin retranca, insistiendo en que «non fan, obrigáselles», afirmando respecto a la visita de Besteiro que «asistimos atónitos a un acto de propaganda onde se pretende vender o traballo do BNG».
Y, claro, nos queda hablar del PP, que como reflejaba Blanco tampoco hizo nada en Madrid por paliar el coste de la autopista cuando gobernó. A la conselleira de Infraestruturas e Mobilidade le tocó valorar ese acuerdo de investidura por lo que se refiere a la AP-53. Para Ethel Vázquez, esa anunciada medida «ven a demostrar que é posible a rebaixa como viñamos demandando dende a Xunta de Galicia, os concellos e o Parlamento galego e que non se aplicaba porque non lle daba a gaña ao presidente Sánchez». «Nos preguntamos que vai pasar o 1 de xaneiro de 2024, si van a subir estas peaxes, si van a seguir sendo as máis caras de España», apuntó. «Vimos de confirmar a través do Ministerio de Transportes que nos trasladan que non se van a poñer a traballar, nin se vai a materializar ata que haxa un acordo de investidura, condicionada a Puigdemont, e un novo goberno», incidió Vázquez, asegurando que «non hai certezas de cando se vai a materializar, nin plans para a implantación das bonificacións».
Opiniones, como sabores, para todos los gustos. Ahora queda solo saber si la historia interminable de ese alto precio de la AP-53 sigue eternizándose. O no.